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«La Pampa tiene el ombú, la cordillera los Andes…», se suele recitar en el truco antes de cantar jardinera. Ramón Godoy sabe de qué se habla con ese refrán popular: sentado al borde de la Ruta 12, entre Gualeguay y Médanos, ofrece huevos de ñandú sobre una mesita a 80 pesos la unidad. «Siempre que tenga, vengo», le dice a 170 Escalones el hombre que viste gorra, camisa, pantalón y alpargatas bajo el sol de diciembre. «Soy de acá nomás», agrega señalando con su índice derecho campo adentro, hacia el lado del delta entrerriano. Imagina que a las velocidades que transitan los vehículos difícilmente lo puedan divisar a pesar del tamaño de los huevos en exposición, por eso se instala en el único tramo en que hay que pasar despacio sí o sí: las vías del ferrocarril. «Es difícil cocerlo como los de gallina, por la yema grande, pero se pueden hacer revueltos con cebollita de verdeo o en tortilla», recomienda Ramón.
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