TEXTO Y FOTOGRAFÍAS ROMÁN MAYORÁ*
Fiesta Blipblop en Paraná. En los últimos minutos del domingo 16 de junio un grupo de personas variado y entusiasta (y poco convencional para un boliche del puerto de Paraná) se reunió a bailar y escuchar música chiptune en vivo, ambientada con proyecciones de imágenes pixeladas.
La música chiptune (también conocida como música 8-bit) tiene algunos puntos en común con la electrónica, y se inspira en la música de videojuegos de los años 80 y 90. Es una música algo difícil de escuchar por primera vez, porque está basada en texturas y melodías digitales de estética vintage. Pero es fácil identificarla cuando se conocen sus características: ritmo repetitivo, volumen constante y sonidos sintetizados de teclado, bajo y batería de baja calidad.
En la web, Blipblop se define como «un colectivo artístico orientado a la micro-programación sobre dispositivos lúdicos en tecnologías obsoletas». Sin embargo, lo que pasa alrededor del grupo es mucho más que eso. También editan en la web los discos de sus colaboradores, y junto a las fiestas que organizan representan la escena de Argentina, haciendo contacto con artistas de otros países. Las fiestas Blipblop son un punto de encuentro de los músicos entre sí y con su público. Ya realizaron más de 30 fiestas en los últimos 10 años en distintas ciudades de la región: Buenos Aires, Montevideo (Uruguay), Resistencia, Corrientes, Mar del Plata, Córdoba, Villa María… y Paraná, donde hacía tres años que no había un festejo chiptunero de este colectivo.
En un breve diálogo, un rato antes de conectarse con la música, los integrantes del colectivo Blip Blop contaron algo más sobre lo que hacen:
ALT259: Tratamos de compartir el proyecto para que llegue a muchas partes, como para que se vea el trabajo de todos que siempre es muy interesante.
Cinematronic: Igualmente lo que hacemos hoy no tiene nada que ver con lo que hacíamos hace unos años… el concepto cambia, ahora incorporamos la Playstation portátil, aunque yo sigo tocando con GameBoy. Nos gusta usar aparatos que hoy son considerados basura, como las netbook del gobierno, celulares viejos, nos adaptamos a otros aparatos que se van poniendo viejos.
Los Pat Moritas: Nos reunió el chiptune y nuestras fiestas suenan a eso, pero dejó de ser 100% chiptune… Ganamos un montón de amigos en el camino, así que ahora es una fiesta de música de gente trastornada como nosotros (risas).
Cinematronic: Por eso también le pusimos «fiesta cyberpunk»…
Los Pat Moritas: Igual yo hago cumbia, así que el punk me chupa un huevo! (más risas).
En esta nueva edición de la fiesta en Paraná, el espacio para los músicos estaba preparado con cuatro mesas donde se apoyaban todos los aparatos que se usaron durante la noche. En una, estaban las computadoras de las VJ Desi Dée (Paraná) y ALT259 (Mar del Plata), que proyectaron imágenes sobre los músicos. En las otras tres mesas se acomodaron todos los dispositivos para hacer música, enredados entre sí y con una maraña de cables que se fue desordenando cada vez más a medida que avanzaba la madrugada.
Las animaciones incluyeron de todo un poco: gatitos que giraban sobre sí mismos, texturas abstractas (hechas de pixeles rotos con estética glitch), íconos retro tomados de viejos sistemas operativos de PC y frases típicas de videojuegos («game over», «try again?»). Por el lado de los músicos, durante la noche se usaron varias consolas de videojuegos (GameBoy y PlayStation portátiles modificadas para hacer música), otras tantas mezcladoras de sonido, algunos secuenciadores de ritmos y un largo extra de accesorios desconocidos.
Abrieron la noche los anfitriones Gallegher Plus y Emiliano, integrantes del colectivo local Cosmomedia. Hicieron una buena introducción que fue llevando sonidos electrónicos hacia las arenas del chiptune, incorporando otras referencias, como un sample de Sin disfraz de Virus. Luego se fueron sucediendo Replicant, Cinematronic, Los Pat Moritas y Payaso Cagar Trompada, para terminar cerca de las seis de la mañana del lunes con todos los músicos tocando juntos frente a la pista.
Si bien las propuestas de quienes tocaron en la Blipblop tienen entre sí algún parentesco, cada uno tiene una identidad muy personal. Las variantes aportadas llevaron a distintos climas durante la noche, y cada sector del público aplaudió y festejó a su favorito. Replicant hizo un set rockero y cyberpunk, con un sonido más oscuro que el resto. Cinematronic mostró algunas nuevas composiciones, además de tocar su cover noventoso del tema “Connection” de Elástica en versión 8-bits. La propuesta de Los Pat Moritas fue muy interesante. Al sonido tropical sumó su voz pasada por un filtro digital para recrear (o destruir) algunos hits archiconocidos de cumbia y reggaetón. El músico terminó mezclándose con el público mientras cantaba y bailaba en medio de la pista. Payaso Cagar Trompada usó también la voz como recurso, con un resultado más pop que recordó a la música de videojuegos con un tempo mucho más rápido y acelerado.
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Los chiptuneros son músicos que crecieron con el cambio tecnológico y la digitalización, y usan todo lo que pueden las capacidades de aparatos «viejos» para hacer música. Modifican consolas de videojuegos, reprograman computadoras, desarman aparatos de todo tipo (celulares, juguetes, micrófonos…) y los preparan para poder controlar los sonidos y así componer y tocar con ellos. Si bien la música 8-bit no convoca a un público masivo, sus fieles seguidores desafiaron un fin de semana frío y lluvioso para disfrutar una vez más bailando al ritmo de estos sonidos reciclados.
*Integrante del PID 3181 (FCEDU / UNER) «Escenas de la música urbana. Experiencias históricas y actuales del rock-pop en Paraná»
Escuchar más:
Blipblop – sello discográfico virtual con las ediciones de los músicos que integran el colectivo.
Chip.ar – compilado de la escena chiptune de Argentina, editado en 2014 en España.
Tumalanpak records – discos de Payaso Cagar Trompada.
Cosmomedia colectivo – ediciones del colectivo con base en Paraná.
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