FOTOGRAFÍAS ESTEBAN ALBA
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Esteban Alba se define como fotógrafo documental, entendiendo lo documental como aquello que explora la relación del hombre con su entorno. Por eso su obra trata también de la geografía entrerriana. Nació en Concepción del Uruguay en 1982 y se formó en La Plata y Buenos Aires con diversos maestros y maestras como Yuyo Pereyra, Rubén Romano, Juan Travnik, Adriana Lestido, Lutz Matschke, Alberto Goldestein y Julio Fucks.
«Sin dudas, la fotografía es muchas cosas: una manera de interrogar y cuestionar la realidad, quiénes y cómo somos, cómo nos relacionamos; aunque creo que la cámara es el puente que me permite construir un vínculo. La fotografía es el resultado de esa construcción humana. Generalmente, mis trabajos llevan mucho tiempo de realización, varios años: cada obra es orgánica, dicta su maduración», señala.
La galería que presentamos a continuación fue realizada entre 2014 y 2018, y todas las imágenes están hechas a la vera de Arroyo de la China, lugar de asentamiento de los primeros pobladores de la zona, camino al Palacio Santa Cándida –fundado en 1847 por Justo José de Urquiza y que funcionó como Saladero−. En ese camino se encontraba el horno ladrillero de los hermanos Klugg, hijos de inmigrantes alemanes del Volga.
«Creo que los trabajos lo van encontrando a uno, en su andar, en el hacer cotidiano y parten de la necesidad de uno de contar, dar voz o indagar donde generalmente no se mira, valorar al que tenemos al lado. Es por eso que casi toda mi obra busca en Entre Ríos: quiénes somos, cómo somos, de dónde venimos. Cuando arrancaba con la fotografía pensaba que para contar una historia tenía que viajar muchos kilómetros, ir a otros sitios; con el transcurso del tiempo me fui dando cuenta de que uno no puede amar lo que no conoce y yo no conocía Entre Ríos. Al hacer este click comencé un hermoso camino que sigo transitando», comparte.
Adobe es una obra que está compuesta por fotografía, video, música, instalación, textos y poemas. «Esto me permite partir desde la lógica misma del nombre, del adobe, del barro que se amolda, cambia de forma; y es desde ese lugar en que cada nueva exposición es única (de acuerdo a donde se presenta), muy diferente a las otras, en ese andar», comenta el artista.
«Adobe es el resultado de una construcción humana, de un vínculo con Vero y Milo, hombres solitarios de tierra adentro que me abrieron sus corazones», indica Esteban Alba. El siguiente texto de su autoría es parte de la instalación:
«En la costa del Arroyo de la China asoma el sol, eterno. Somos hombres de un tiempo pasado que se hace presente entre espinillos y algarrobos. Artesanos del adobe ancestral que la llama transforma y trasciende, una y otra vez. Resistimos el embate de quienes no saben que acá estamos, en un paisaje en continua mutación. Sabemos que nuestra huella quedará en cada ladrillo y nuestro corazón en el barro. Monte adentro, no hay respuestas. Al lado del río, la libertad arde».
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