TEXTO FERNANDDO SOLANAS
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Existe una vasta tradición de músicos e investigadores que hurgan en las raíces buscando las expresiones más puras y autóctonas de su entorno para preservar la memoria popular. Así se ha descubierto que el litoral argentino detenta un ecosistema musical muy particular, influenciado por los pueblos originarios, las misiones jesuíticas y las corrientes migratorias africanas y europeas. Específicamente, sobre las márgenes del Paraná, uno de esos epicentros, es la zona del Departamento La Paz.
Parte de este patrimonio quedó registrado en 1942, en Santa Elena, cuando el guitarrista Agustín Agüicho Franco ejecutó un repertorio de 23 piezas instrumentales, con su guitarra de cuerdas de intestino de gato y de vizcacha, ante el magnetófono de Carlos Alberto Vega, padre de la musicología argentina. En su labor, este investigador realizó un total de 70 viajes con el objetivo de conocer los orígenes de la música argentina. Su periplo por Entre Ríos y Corrientes, fue su trigésima tercera travesía y se llevó a cabo entre el 7 y el 29 de noviembre de 1942. En la ocasión, entrevistó a alrededor de 30 músicos en Paraná, Santa Elena, La Paz y Feliciano, y recolectó 283 melodías. Entre esos registros se encuentra el de Franco. En este enlace se puede escuchar parte de esa grabación.
Agüicho, leyenda de la música entrerriana, nació el 25 de agosto de 1890, en Paso de las Yeguas, en el ámbito rural del norte entrerriano. A partir de 1920, aproximadamente, se estableció en Santa Elena y trabajó en el frigorífico en su época de esplendor. Alternó sus días también como trabajador golondrina en las cosechas de maíz en Santa Fe y Córdoba. Además de dominar las seis cuerdas y tocar el acordeón, fue un experto jinete y domador. Solía presentarse en bailes y en encuentros sociales, haciéndose muy conocido en la región. La composición que más trascendió es La Marejada, o Marejadas, que fuera grabada por Chamarriteros y Los Del Gualeyán, entre otros. Franco nunca dejó de tocar, transmitiendo sus saberes a jóvenes como al entonces ignoto Linares Cardozo.
Las mencionadas grabaciones son consideradas el primer registro fonográfico de Entre Ríos y se realizaron en sesiones por fuera del espacio doméstico, con fines exclusivamente antropológicos. Estos contenidos llegaron en casetes a manos del folclorista e investigador santaelenense, Roque Tito Casals, por medio del entonces director del Instituto Nacional de Musicología, Héctor Goyena. Tito Casals describió a Franco como «el prototipo del gaucho del litoral que, con su guitarra en la espalda, montado en su caballo de trancos negros, recorría los pagos de la región, llevando sus coplas».
En los audios referidos se pueden escuchar una variedad de estilos criollos como valses, schotis, polcas, pericones, habaneras, tangos y milongas. En la pieza N° 6, Agüicho dice: «tocaré un tanguito antiguo, que hoy se titula chamamé». En este sentido, el músico señala también al género «danza» en referencia a la chamarrita o aire de chamarrita, según la conclusión a la que arribó el equipo que trabajó en el libro Agustín Agüicho Franco: un legado musical para Entre Ríos que fue presentado recientemente. Esta publicación se realizó con fines pedagógicos para ser repartida en las escuelas de la provincia.
Agüicho falleció el 3 de octubre de 1965. Desde entonces, el escenario mayor de la Fiesta Provincial de la Chamarrita, en Santa Elena, lleva su nombre. «Agüicho ya es un mito y en su nombre caben también los más caros sueños de ese estoico pueblo», escribió para la ocasión Linares Cardozo.
El libro Agustín Agüicho Franco: un legado musical para Entre Ríos fue publicado luego de cinco años de investigación y rescata la figura y la persona detrás de las grabaciones. El trabajo desarrolla un manifiesto de la música entrerriana primigenia, historizando y citando referentes de la música y la literatura, compositores y compiladores, documentos históricos, apuntes sobre el proceso mismo de investigación de la obra y partituras de los motivos grabados por Franco. La publicación cuenta con códigos QR para acceder a la escucha a los audios originales.
La iniciativa surgió del Museo Municipal de la Música Oscar Pepe Ruiz de Bóvril, a través de uno de sus fundadores, Rodolfo Rubén Romero y su materialización se logró gracias al aporte del Instituto Nacional de la Música (INAMU) y la Secretaría de Cultura de la Provincia. Formaron parte también de esta cruzada musiqueras, musiqueros y colaboradores como Marcia Müller (a cargo de la transcripción de las partituras), Maru Figueroa, Fabián Casals, Claudia García, Andrea Marazzo, Diego Luis Secchi, Rodrigo Luján Zárate, Delcio Arce y Víctor Hugo Acosta.
Al libro se puede acceder a través de este enlace
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