TEXTO FRANCO GIORDA*
FOTOGRAFÍAS CIRA INÉS MONGE
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Todavía no existía La Hendija como tal cuando Armando Salzman, uno de sus mentores y dueño en ese momento de la rectificadora Autorector, invitó a los artistas Gerardo «Tati» Zapata, Guillermo Hennekens y Gabriel Bellman a trasladar su taller a las instalaciones de su empresa dedicada a la mecánica. Ese fue uno de los antecedentes que dieron lugar al centro cultural que se concretaría en 1989, dos años después de la singular propuesta en la cual convivían motores y herramientas con pinturas y pinceles.
Varios trabajos de esos pintores, realizados en 2002 para conmemorar aquella etapa germinal, fueron expuestos entre una notable variedad de propuestas, este sábado 27 por la noche durante los festejos por los 30 años de esta iniciativa que persevera con vitalidad en Gualeguaychú 171.
Esas imágenes evocativas de un período en el que cada uno de los plásticos desarrollaba sus inquietudes y lenguajes desde la abstracción hasta la representación de figuras humanas deformadas, grotescas y eróticas – según referencia el texto curatorial – conformaban el tapiz de una suerte de túnel de entrada a esa conejera asombrosa que son los ambientes del espacio gestado entre el final de un siglo y el principio otro, desde la autonomía y la experimentación.
En la sala 2, el público convocado recorrió una feria de editoriales, artesanos y emprendedores montada para la ocasión. Allí también hubo lugar para las danzas aéreas a cargo del taller Con los pies en el aire, números teatrales del taller La Morisqueta teatro, un desopilante show de clowns del taller de Ezequiel Caridad, y la música de No se salva la Conga y de Zakaro y los puerkos hacia final de la noche. También hubo palabras de los referentes del lugar en alusión al suceso festivo.
En donde alguna vez funcionó el bar se montó una muestra de fotos y estaba en exposición un proyector y un rollo de 35 milímetros (de la película Extermineitors 4) como testimonio de las proyecciones en fílmico que se lograron sostener durante la década del 90, mientas desaparecían las salas de cine de Paraná y de la provincia.
La instancia reunió gente que fue parte de los inicios con otra que se fue sumando en las diferentes formas que transitó el espacio de construcción colectiva. Los saludos, las charlas y las maneras de ocupar el espacio denotaban reencuentros y también cruces intergeneracionales entre artistas, gestores, comunicadores, espectadores, entusiastas y curiosos que han sido parte de una u otra manera de las últimas tres décadas de esta propuesta autogestiva.
Luego de la exposición de las artes escénicas, el público se trasladó a la mítica sala 1 para ver la producción audiovisual La hendija 30 años. Las butacas no alcanzaron para todos y buena parte de los asistentes se sentó en el piso o se mantuvo de pie en los pasillos. La proyección tuvo lugar luego de una intervención unipersonal de danza y canto y de la lectura de breves textos escritos por personas de la comunidad hendijera. En esas voces hubo referencias a la creación, el pensamiento, la expresión y la posibilidad de habitar, pertenecer y proyectar desde lo extraordinario del espacio.
La producción y el guion de la película estuvieron a cargo de María Emilia Ghiglione, Josefina Müller y Cristina Schwab. La narración documental fue organizada en cinco capítulos de diez minutos cada uno en los que se abordan cronológicamente las diferentes estaciones del proceso iniciado a mediados los ochenta que continúa en la actualidad. Dan testimonio a cámara quienes estuvieron en la construcción material de La Hendija y quienes han sido parte del trabajo creativo bajo los criterios de la independencia.
Los discursos de los protagonistas son apoyados con un valioso material de archivo que permitió, por un lado, refrescar la memoria a quienes participaron de distintas instancias y, por otro, conocer las líneas estéticas y políticas de cada período para quienes no vivenciaron de manera directa el proyecto que siempre buscó un resquicio de aire fresco en contextos desfavorables.
En la realización audiovisual se van desplegando los sentidos que el lugar fue adquiriendo en relación a las propuestas surgidas con el transcurso del tiempo. En un principio, las artes plásticas y el teatro y, luego, su paulatina ampliación hacia el cine, la música, las grandes producciones, la radio, los talleres, el proyecto editorial y el cooperativismo con sus respectivas resignificaciones.
Todo lo dicho y mostrado está contextualizado históricamente por los propios entrevistados. Por ejemplo, se hace alusión a las resistencias ejercidas ante las sucesivas crisis económicas a las que se respondió con creatividad, sentido de pertenencia y solidaridad. Al mismo tiempo, los intercambios y el diálogo con la ciudadanía han sido alternativas ante la imposición de un sistema excluyente. También fueron referenciadas las ideas que han impulsado o han hecho renacer el plan, en un momento u otro.
El programa entregado a los espectadores cuenta con los títulos, las sinopsis e imágenes de cada uno de los episodios. También se incluyen los nombres de los entrevistados, la duración de cada una de las entregas y los créditos de la realización.
La pieza fue realizada en el marco de la cooperativa de trabajo Yosoyotrotu con el apoyo del Fondo Económico de Incentivo a las Culturas, las Artes y las Ciencias (FEICAC) de la Municipalidad de Paraná.
El cumpleaños de La Hendija ha permitido la construcción de una mirada que pone en perspectiva la perseverancia de un grupo variable regido por los principios de la autogestión. Esto mismo abre nuevos horizontes de posibilidades en un clima de época nada promisorio. Algo queda claro: el espíritu de quienes han resuelto por sí mismos el destino de su proyecto no tienen adversidades a las que temerle.
*Integrante del PID 3181 (FCEDU / UNER) “Escenas de la música urbana. Experiencias históricas y actuales del rock-pop en Paraná”
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