FOTOGRAFÍAS PABLO RUSSO
Guadañas, calaveras y esqueletos es lo que abunda en un santuario de San la Muerte, que desde hace tiempo ha dejado de ser una adoración secreta en la provincia de Corrientes, donde el sincretismo popular marca sus espacios que parecen de seguidores de heavy metal, a diferencia de otras provincias en donde el rito se mantiene oculto (Paraná, por ejemplo). Cerca de San La Muerte siempre está el Gauchito Gil, que fue su devoto más conocido, además de imágenes de Cristo y la Virgen de Itatí. En el caso de esta galería, el galpón que oficia de lugar de pedido y agradecimiento está ubicado a la vera de Ruta 119, antes de llegar a Mercedes desde Curuzú Cuatiá.
El cariño se expresa en velas, dinero y objetos de los más variados, desde cascos de moto, gorras de policía a vinos y wiskies, botines, guitarras y fotos de logros alcanzados. Y, por supuesto, donde se pide también se come (bolichones en los alrededores) y se ofrecen recuerdos temáticos y otras mercancías como zapatillas o juguetes para la gurisada. Todo eso tiene mucha más relevancia en el mes de agosto, cuando se celebran fiestas populares por este santo no oficial del cristianismo.
Si te interesa lo que hacemos, podés suscribirte a la revista o convidarnos un matecito