TEXTO FRANCO GIORDA
FOTOGRAFÍAS IVO BETTI
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Los inocentes es el último libro publicado por la escritora entrerriana Selva Almada. Se trata de un conjunto de cuentos narrados desde la perspectiva de los niños protagonistas de cada una de las seis historias reunidas. En todos los casos, los personajes centrales se encuentran en trances sombríos producto de soledades, peligros mortales y amenazas varias. En la mayoría de los relatos no aparece lo explícito ni lo terrorífico, sino que, más bien, las fantasías oscuras y lo siniestro laten en un clima brumoso de ingenuidad y asechanza.
La obra se completa con las ilustraciones de Lilian Almada. La artista aporta una dimensión visual a la atmósfera de gurises bajo el acecho de fuerzas que los superan. Los pequeños son retratados con acuarelas que dejan traslucir miradas de vulnerabilidad que inquietan. De esta manera, literatura y plástica se sintetizan en una propuesta que permite más de un ingreso.
El universo presentado por las hermanas Almada remite a un paisaje donde habitan niños provincianos entre febriles ensoñaciones y una realidad irremediable. En ese estado, a medio camino entre la imaginación y los hechos, hay lugar tanto para las mejores aventuras de la vida como para las tragedias menos asimilables. En aquel mundo, los infantes tejen alianzas y crean ficciones para lidiar con el dominio de los mayores y con la misma fatalidad humana.
El enfoque no idealiza ni legitima el carácter caprichoso de los chicos. Por el contrario, sin ser condescendiente con nadie, el texto presenta modos de actuar o asimilar situaciones donde lo infausto se impone o bien surge de las tensiones entre los grandes y los pequeños.
A su vez, sin ser un tema subrayado, la perspectiva de género está presente en los roles y destinos bien distinguibles que le tocan a varones y mujeres en las diferentes historias contadas.
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El libro fue editado por la Editorial de Entre Ríos y presentado el pasado sábado 7 de marzo en la Casa de la Cultura. En esa instancia, ambas autoras conversaron con Julián Stopello, director de la Editorial Municipal, sobre la obra. También participó el director de la Editorial provincial, Fernando Koziak, quién dijo que «el objetivo de la publicación es que llegue a las escuelas para que los chicos puedan acceder a la lectura vinculada con el arte».
En relación a esto, Selva expresó que «me da ilusión la idea de que el libro vaya a las escuelas. Mis libros se hacen difíciles de conseguir con este tema de las distribuciones, las editoriales y qué se yo. A veces pasa también, como en nuestro pueblo (Villa Elisa), que no hay librerías. Entonces, que el libro esté disponible es muy bueno. Además, cuando yo era chica me pasaba los recreos en la biblioteca y nos llevábamos libros para leer a nuestras casas. A los 12 años me hice socia de la biblioteca (Popular General) Mitre que es la biblioteca de allá. Entonces, que el libro vaya a estar en las bibliotecas y que además sea un libro que lo puedan leer en clases y charlarlo me da mucha ilusión».
Por su parte, Lilian explicó en relación al proceso creativo compartido que «fuimos pensando juntas las ideas. La ilustración no tiene que narrar lo que dice el cuento. Tiene que contar algo más. Justamente, el sentido que tienen estos dibujos es que te dan ciertos detalles que no están en el texto pero que aparecen escondidos o que el lector se los puede imaginar. Eso es lo que intenté representar con la ilustración».
Si bien los textos y las ilustraciones están dirigidos al público de los establecimientos escolares, la obra resiste la lectura de quienes gusten leerla y apreciarla en su totalidad. En este sentido, es literatura y arte a secas, sin que sus principales destinatarios limiten el recibimiento por parte de un grupo de lectores más amplio aún.
El libro, de 76 páginas, impreso en papel de alta calidad y a todo color, integra la colección Tapey que también incluye títulos como Los soles de mi abuela Gloria de Mercedes Daneri Montoya, Cardumen de varios autores y Ciudad Paraíso de Nerea Liebre.
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