Entre el arte y el rio

TEXTO Y FOTOGRAFÍAS AILÉN AGUILAR

 

 

La segunda edición de la Feria de Arte abrió sus puertas este viernes 9 de mayo. Esta propuesta surgió a partir del impulso de la Municipalidad junto con artistas locales, con el objetivo de fortalecer los vínculos entre los diferentes actores de la escena artística de Paraná. Participan doce galerías y espacios culturales de la ciudad, y cinco grupos artísticos independientes. El acceso es libre y gratuito, del 9 al 11 de mayo, de 16:00 a 21:00 en Sala Mayo, Martín Miguel de Güemes y el río.

Las puertas de la Sala Mayo estaban abiertas a las cuatro de la tarde. A esa hora el sol que entraba por las ventanas dibujaba formas contra la pared y el piso, lo cual adornaba las instalaciones dispuestas en el hall central. Destacaban los colores, que parecían saturarse y contrastar aún más contra las paredes blancas. Algunos artistas empezaban a llegar, otros ya estaban sentados en sus pequeños stands, guiando a los curiosos que se acercaban.

 

 

La Feria de Arte surgió como proyecto a finales del 2022, y en octubre del año siguiente se realizó la primera edición, que contó con un número aproximado de treinta mil visitantes. Como objetivos se habían propuesto dar a conocer las producciones de artistas locales, y apostar al desarrollo del arte local y el impulso de su industria y mercado. Las ferias de arte representan una oportunidad para que los artistas expongan y vendan sus obras, y formen redes con agentes estratégicos del campo en cuestión.

Entre marzo y abril del corriente año, la Municipalidad extendió una convocatoria abierta tanto para grupos independientes de artistas como para espacios culturales de Paraná y alrededores. Fernanda Alberto, perteneciente al proyecto grupal independiente de arte textil Entre Hilos, resaltó: «Me parece importante para el desarrollo cultural de la ciudad que desde el Municipio se abran espacios en los cuales podamos participar todos».

Los seleccionados como proyectos grupales independientes fueron Colectivo 333 (Sol Concettoni, Judith Wagner, Valentina Sciarra Firpo), Entre Hilos (Fernanda Alberto, Gimena Frioni, Mariela Herrera), Río Revuelto (Lorena Ledesma, Hernán Guerrero, Florencia Albornoz), un grupo formado por Jorge Fernández, Cecilia Schonfeld, Mario Armándola y Claudia Maiolo; y otro compuesto por Paola Ludi, Mariangel Magnin, Silvana Bertolotti, Lorena Zapata y Franco Bacalluzo. Sus exposiciones se encuentran en el hall central de Sala Mayo.

En la Sala San Martín, mientras tanto, se encuentran los espacios culturales y galerías de la ciudad. Los seleccionados fueron 33 Almacén de Arte, A la vuelta de la esquina, Archicofradía, Arte Contemporáneo La Hendija, Casa Banano, Casa Boulevard, El Farol, ERarte, Gap18, La Pared, La Portland y La Taller.

También hay una variedad de performances, conversatorios y talleres programados a lo largo de cada jornada.

Las temáticas elegidas para exponer son variadas: cuerpo, género, intimidad, territorio, hasta tecnología y ecología, convocan a descubrir propuestas que agudizan y desafían los sentidos. También los estilos y materiales son diversos: cerámica, escultura, acrílicos, óleos, vidrio, materiales reciclados, arte textil. Cada obra invita a interactuar con ellas de diferentes maneras, con el agregado que representa el acompañamiento de los autores de cada una para dialogar y complementar la percepción del público.

 

 

La Sala Mayo: una ubicación estratégica

Romina Monzón y Patricia Gatti esperaban con una sonrisa a aquellos que se acercaran a la pequeña sala de Archicofradía. Reflexionando sobre la significancia de un evento de tal magnitud como lo es la Feria de Arte en la Sala Mayo, Gatti mencionó: «Es un lugar estratégico, porque el Parque Urquiza es un ícono y nos acerca a la gente. Y no solamente al público, sino que es un espacio de encuentro para nosotros como pares, artistas, coleccionistas, compradores. Nos apropiamos del espacio». Monzón añadió: «Los eventos que se realizan acá son grandes, entonces a nosotros como artistas nos da un estatus, sobre todo para mí que es la primera vez que participo».

El lugar escogido para la realización no es un dato menor, en tanto permite el acercamiento del público en general. Las distintas salas fueron poblándose poco a poco: estudiantes, aficionados, niños fascinados por los colores y materiales, incluso deportistas que pasaban e, intrigados, decidieron ingresar. Sobre esto, el artista Jorge Fernández subrayó que lo entusiasmó «la idea de que el público que convocan eventos como este es diferente a aquel que convoca un museo, que es más restringido, es más frío. Acá hay más diálogo con la gente que por ahí no se anima tanto a entrar a un museo.»

Tampoco es un dato menor la ubicación del espacio donde se realiza: la Sala Mayo. «El silencio construye sonidos con pedazos de mi río», reza uno de los carteles de Artistas para el Pueblo en el stand de Río Revuelto. «A donde vaya busco el río» y «Tengo una piel que hace juego con el río», expresan bordados de Fernanda Alberto, dentro de las obras de Entre Hilos. En otras paredes hay retratados peces, camalotes, irupés. El río Paraná, con su fauna y su flora, es la musa de muchos artistas de la ciudad que el fin de semana del 9, 10 y 11 de mayo están exponiendo sus demostraciones de amor junto a ella. «Es una ciudad que tiene arte por naturaleza, una ciudad paisaje», reflexionó Gatti.

Incluso en el balcón una niña mantenía una conversación con el río. Se trataba de la instalación multimedia DulceSonido de Guido Bertos y un montaje sonoro de Maximiliano Capello. Invitaban a dialogar con «el Paraná» para abrir un canal de escucha entre lo humano y lo no humano. Mientras el equipo de sonido parecía «rugir», la gente la miraba con asombro y ternura, abriendo un nuevo canal de diálogo alrededor de la obra: la capacidad infantil de permitirse jugar e investigar nuevos mundos a través del arte.

En el auditorio, el taller de performance Narrativas en torno al cuerpo como territorio dirigido por Ekaterina Gelroth, convocó a un grupo de personas que habían agotado los cupos de inscripción a las horas de haber abierto. Otras actividades que se llevaron a cabo ese día fueron la performance Herror, de Ricardo Carreira, reversionada por Pájaro Carreira y Coty Carbone; y Lo que no dije, de Romina Monzón.

También se llevó realizó un recorrido guiado por los espacios de galerías, de la mano de estudiantes de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.

A la par de la programación en Sala Mayo, la segunda edición de la Feria de Arte cuenta con una agenda extendida, con actividades repartidas en diferentes puntos de la ciudad. El viernes la propuesta fue La piel de la mirada. Crónicas de papel y tela, una muestra de Marina Celsi, Silvia Altamirano y Quique Gasparín, en el Círculo Médico de Paraná (Urquiza 1135).

 

 

Reflexiones en torno al arte

En su rincón, el artista visual Jorge Fernández y el ceramista Mario Armándola reflexionaron sobre el papel del arte en el contexto social y cultural actual; «Es una forma de vida, nosotros vivimos para el arte» comentó el último, y Fernández recalcó su rol terapéutico, en tanto le ha dado grandes sorpresas y personas que le permiten disfrutar la vida. Entre sus manos sostenían un pequeño manifiesto: «Movidos por el impulso de crear, cruzamos el umbral de lo conocido para buscar tu mirada, que en el eco de estas líneas descubras el arte que nada te exige y todo lo entrega”».

La artista textil Fernanda Alberto realizó una mirada histórica, sosteniendo que el arte siempre tuvo un rol fundamental, en tanto permite hacer una mirada crítica y «hablar de nuestro lugar, de nuestro contexto, de cómo vivimos, de la emocionalidad». Propone que el arte también permite imaginar nuevos mundos, y generar nuevos conocimientos. «El arte tiene que ver con todo, no es solamente para observarlo y que eso remita a algo; sobre todo en un contexto donde se están cerrando muchas puertas a la diversidad de pensamientos», agregó.

Y aun en la diferencia de trazos, de perspectivas, de materiales, de estilos, hay algo que une a todos aquellos que exponen durante la Feria de Arte 2025: la felicidad de contar con un espacio donde mostrar sus creaciones, donde puedan dialogar con el público, donde interpelar a las personas que por allí paseen. Un espacio junto al río que anima a vivirlo de una nueva forma, a él que forma parte del patrimonio de todos los paranaenses.

 

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