Los rastros de un viejo esténcil se adivinan en esta descascarada pared del casco urbano de Victoria, sobre la calle Liniers. Ante la falta de información que acompañe el diseño de la posible corona, puede cavilarse que la estampa corresponda a alguna comparsa de carnaval, al mismísimo Momo, o tal vez sea una alusión a la mítica banda Patricio Rey y sus redonditos de ricota.