A partir de las grandes lluvias en los afluentes, la masa líquida se ha expandido con rapidez y las riberas enfrentadas del Paraná se alejan cada vez más una de la otra. Con la actual crecida, las aguas ocupan más espacio de lo habitual y algunas casas e instalaciones de la costa ya están inundadas. Sin embargo, otros rincones, un poco más altos, invitan a la gente a contemplar, matear y pescar desde el borde abismal del pariente del mar.
En la presente estampa fluvial se observa el espigón del balneario Thompson con la correntada cubriendo la superficie donde antes había playa y vegetación.
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