Temprano en la mañana, antes de salir al río grande, el pescador se dedica a «achicar» agua que se le ha acumulado en la noche, posiblemente a través de la filtración por una hendija de su vieja canoa.
En la jerga náutica, «achicar» significa extraer líquido de algún compartimiento, mediante achicadores, bombas o cualquier otro medio. En este caso, el hombre inclinado a metros de la costa de Hernandarias, donde reposan otras embarcaciones similares a la suya, utiliza un envase de lavandina recortado en su parte inferior, para poder devolver el agua a su curso.