El hombre parado en su canoa se arrima a estribor para poder apartar la vegetación que le obstruye la entrada a la dársena de Paraná, donde la plantas crecieron y se acumularn al punto de cubrir casi toda la zona del embarcadero. Hasta allí se abre paso el pescador para amarrar su vehículo en el mediodía del litoral, un día de primavera,
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