Dos personas mojarrean en la zona de la desembocadura de un arroyo entubado. Debajo de la costanera, cerca de la Sala Mayo, entre los restos de un antiguo muelle se afirman en los remanente de residuos que los habitantes de la capital entrerriana dejan librados a la suerte de los cursos de agua. La luz del atardecer del lado santafecino le da el reflejo particular de esa hora del día al agua que corre entre Paraná y el islote Curupí.
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