TEXTO PABLO RUSSO
ILUSTRACIONES MAXI SANGUINETTI
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¿Cómo representar una lucha? ¿Cómo transmitir una experiencia de vida? ¿Cómo pensar una herramienta comunicacional que sea creativa y que tenga, a su vez, una perspectiva pedagógica para la resistencia y la emancipación? Estos son los interrogantes que guiaron al colectivo editorial Aguará en su apuesta por el arte de la historieta, en el camino de su militancia por la ampliación de derechos.
El grupo editorial que surgió en 2018 con base en la ciudad de Rosario y un pie en Paraná, está conformado por Sabrina Gullino, Beatriz Schiffino, Jimena Esborraz, Alfredo Hoffman y Matías Gómez. En su «Manifiesto del Aguará»–que introduce en cada uno de los cinco títulos publicados hasta el momento- explican que «El aguará es el lobo de crin que, al igual que nuestros cuadernos, deambula por el litoral argentino y tal como cuenta la leyenda, una vez que se ha oído su aullido no se lo puede olvidar jamás». El nombre del colectivo, que significa «gran lobo rojo» en guaraní, delimita la identidad territorial y cultural del proyecto al litoral argentino. De allí surgieron las historias; así como también demarca la pertenencia de los guionistas e ilustradores que las narran: Mi nombre es Ana. La historia de Ana María Acevedo; Pelea de Fondo. La historia de Nora Aracil y Esteban Amatti; Génesis. La historia de Karen y Alexis; Siempre de pie. La historia de Isabel Vergara; y Todos sabíamos. La historia de Franco Casco (este último, en imprenta).
Además de la temática, desde lo formal hay una serie de invariantes que mantiene la línea editorial: impresiones de entre 500 y 700 ejemplares, tapa y contratapa a color, y entre 22 y 26 páginas en las que se presentan un derecho violentado y una experiencia de lucha colectiva, una serie de leyes y datos relacionados al caso como marco contextual, y algunas preguntas que pueden guiar la discusión en clases. Sabrina Gullino, en diálogo con 170 Escalones, aclara que hay una intención explícita de transformar estas historias de vulneración de derechos en material que sirva para denunciar y que pueda ser utilizado en el nivel medio de enseñanza. «Aguará es una apuesta a dar la disputa por los sentidos, por romper con el individualismo y comprender que toda lucha por conquistas de derechos es una lucha colectiva, basado en este héroe colectivo que nos enseñó (Héctor Germán) Oestreheld, y en el legado de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo», afirma.
Los primeros títulos refieren a cuestiones de género, feminismo y diversidad, y los últimos dos a violencia institucional. Además del núcleo inicial, desde Aguará comenzaron a abrir el juego y convocar escritores y dibujantes para los nuevos proyectos en carpeta (docentes fumigadas, Mamá Cultiva). Eso fue lo que ocurrió, por ejemplo, en Siempre de pie, cuaderno para el que Alfredo Hoffman invitó a Maxi Sanguinetti. El próximo 16 de junio se cumplen 25 años de la desaparición de Héctor Gómez y Martín Basualdo en manos de la Policía de la Provincia de Entre Ríos. Isabel Vergara de Basualdo sigue adelante con el reclamo por conocer los destinos de su hijo y su amigo.
En la portada de Siempre de pie, Isabel con un megáfono frente a un grupo de gente, con la Casa Gris de fondo, símbolo del poder político entrerriano. La contratapa interpela a otro de los poderes y la imagen la tomó La Poderosa de Paraná: se trata de una fotografía de Isabel sosteniendo otra fotografía de su hijo Martín Basualdo, y el edificio del Poder Judicial detrás. «Me gustó la idea que me presentaron Alfredo Hoffman y Maxi Sanguinetti, y ahora ver mi historia en revista me gustó mucho. Sirve para que el caso Gómez-Basualdo no se olvide, para los jóvenes que no saben o no conocen qué pasó y también para que conozcan sus derechos. Ya se está trabajando con algunas escuelas», le cuenta Isabel a esta revista.
«El caso de Isabel era una referencia indiscutible e ineludible para contar su historia de militancia contra la violencia policial de muchos años en Paraná», indica Alfredo Hoffman. «Trabajamos con la historieta porque suponemos que puede ser un género más cercano al público joven y adolescente, puede resultar más interesante que una crónica o una investigación tradicional. La historieta como género y formato es atractiva porque se comunica con el texto, con la imagen, pero además se crea una nueva unidad de sentido que es la historieta en sí», agrega el periodista. «Trabajé desde el guion para pensar cuántas páginas o secuencias, cuántos dibujos por página, cuántas viñetas y qué poner en cada viñeta. Hice sugerencias de la escena, escribí el off y los diálogos», comparte Hoffman, que tuvo una ida y vuelta con Sanguinetti en la etapa productiva. Ambos entrevistaron a Isabel en su casa y contaron con el asesoramiento del abogado José Iparraguirre para que no haya inconsistencias ni errores. De hecho, Iparraguirre también resulta ilustrado en una de las manifestaciones de la historieta junto a Cristina Ponce, referentes de los derechos humanos. En otras de las páginas, quedó plasmado con unos frondosos bigotes el ex juez Héctor Toloy.
«Fuimos con Alfredo a hacerle la entrevista a Isabel, fue muy movilizador. Siempre aclaré que mi dibujo no es realista; no sé si se vio parecida, pero yo no busco ese registro porque me sale muy forzado. Lo “simpsoneo”, saco unos rasgos mínimos y lo hago dentro de mi estilo», apunta Maxi Sanguinetti. «Traté de ser lo más expresivo posible y preservar el guion que estaba rebueno. En cada página veía enseguida las imágenes necesarias», añade. Para encarar la ilustración, Maxi revisó material de las marchas y del mural pintado por Gómez y Basualdo en la medianera del Club Sportivo Urquiza.
No es necesario repasar el ensayo que escribieran Ariel Dorfman y Armand Mattelart a principios de la década del setenta (Para leer al Pato Donald) para comprender el poder de la historieta como herramienta de transmisión ideológica. Los Aguará lo saben y, precisamente, esa es su apuesta para difundir relatos de las lucha de este litoral, combinando saberes de sus propias experiencias, militancias y formaciones académicas.
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Siempre de pie será presentado al público en Paraná el viernes 24 de mayo a las 20 en la Casa de la Cultura (9 de Julio y Carbó), con presencia de sus autores y de Isabel Vergara, protagonista de la historieta.
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