TEXTO FRANCO GIORDA
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La singularidad del poeta Juan Laurentino Ortíz habilita a un múltiple interés por su figura. No solo su obra es motivo de admiración, sino que su perfil fotogénico cautiva la mirada de muchas almas sensibles. Su peinado ingrávido, su delgada estampa, sus mates de juncales bombillas, sus variados sombreros, sus cigarritos en prolongadas boquillas, su delgado bigote y algo del orden de lo intangible le otorgan un aura que lo convierten en un ícono de la cultura, no solo de las letras sino también de la imagen.
Sus retratos han sido realizados tanto por destacados fotógrafos como por amigos, allegados y circunstanciales acompañantes. Cada una de las imágenes que lo tienen como protagonista exclusivo o en compañía de otras personas permite reconstruir algún aspecto de su vida y de su trascendente obra.
Retrato de Juanele por Pepe Wolf. El fotógrafo le regaló una copia impresa original a Paola Calabretta.
Cautivados por este carácter del vate, Malala Haimovich e Ivo Betti, cultores del oficio fotográfico, han emprendido la noble tarea de reunir en un archivo digital las instantáneas que capturaron su modo de estar en el mundo y su perceptiva mirada. La iniciativa se llama, nada más y nada menos, Fotos de Juanele y tiene por objetivo sistematizar las imágenes del poeta nacido en Puerto Ruiz en 1896 y fallecido en Paraná en 1978.
«La idea surgió al observar que hay varios retratos que circulan y que no poseen demasiada información sobre ellos, como fechas, lugares, autores y fuentes. Pretendemos reunirlos y rastrear todos los datos que podamos. Sumar además material poco conocido o inédito a partir de la visita a archivos, bibliotecas y personas que han tenido contacto con él o han heredado algunas fotografías. Queremos viajar a Gualeguay, donde pasó la primera parte de su vida, y ver qué encontramos allí. Indagar en sus viajes y rescatar lo que podamos de ellos también», contó Malala a 170 Escalones.
Consultada sobre la motivación que los llevó a ponerse a trabajar en torno al patrimonio fotográfico, sostuvo que «nos interesa conocer las historias que hay detrás de cada imagen. Las fotos contienen elementos que creemos ayudan a comprender mejor su figura; es una forma de contar parte de su vida. Vamos cruzando el archivo con datos de su biografía para confirmar o corregir algunas hipótesis de búsqueda y ordenar el registro».
Por su parte, Ivo señaló que «es una idea de Malala que comparte conmigo. Primero empezamos como si fuese un juego que consiste en juntar las fotos de Juanele que hay dando vueltas, pero, en seguida, creció de manera exponencial. En una o dos semanas, se constituyó un gran universo. Están llegando fotos de todos lados. Así es que empezamos a descubrir que hay una narrativa que viene con las imágenes a través de lo que cuentan las personas que nos acercan el material: los momentos en que se hicieron las fotos, quiénes y por qué estaban en el lugar, las fechas, etc.».
Viaje a China de Juanele, 1957. Tenía 61 años. La copia impresa pertenecía a Blanca Sinner. Colaboración de Maxi Sanguinetti.
Otros fotógrafos, lectores, bibliotecarios, periodistas y coleccionistas han manifestado interés por colaborar en la reunión del material. «Estamos súper emocionados y agradecidos con las respuestas que hemos obtenido a partir de la primera acción de difusión que fue la publicación de un álbum en Facebook en el que compartimos algunas imágenes y contamos del proyecto. Muchos amigos se comunicaron con nosotros para enviarnos información, fotos o ponernos en contacto con otras personas, se ha expandido rapidísimo. Juanele es alguien tan querido por la comunidad que todo lo que tenga que ver con él creo que nos interpela de una manera especial», expresó Malala.
La propuesta puede conocerse en la mencionada red social y también en Instagram. Además, se puede rastrear con el hashtag #FotosDeJuanele. A su vez, quienes quieran comunicarse con los hacedores de la iniciativa pueden escribir a fotosdejuanele@gmail.com. Al respecto, ya les han llegado las primeras fotografías de archivos privados. «Son imágenes hermosas que nunca habíamos visto. También hemos podido completar datos de algunas que ya teníamos gracias a este tipo de colaboraciones. Estos aportes son una de las cosas que más nos gustan del proyecto, cómo se va armando una cadena y la reconstrucción pasa a ser colectiva».
Archivo Biblioteca de Entre Ríos. Donación de Gerarda Irazusta
Ivo, quien se dedica a la restauración de material fotográfico, agregó que «el trabajo lo vamos haciendo con fotografías que nos vienen llegando ya digitalizadas de fotógrafos y de personas que se han vinculado con Juan L.. Algunas de las digitalizaciones no son tan buenas, y entonces surge la posibilidad de ir al encuentro de las originales y hacer una buena digitalización de eso. Hasta ahora ha sido todo en papel, todavía no nos han avisado de ningún negativo ni de diapositivas. Yo creo que en algún momento van a aparecer algunos negativos. Es lo que estoy esperando. La digitalización la hacemos con un scanner para fotografías, para negativos de 35 milímetros, color o blanco y negro, y para diapositivas. Si hay negativos un poco más grandes, la digitalización se puede hacer con la cámara: se le hace una foto al negativo y después con el photoshop se invierte y se positiva».
En relación a las proyecciones de la iniciativa, Malala indicó que «creemos que pueden desarrollarse muchas acciones asociadas al archivo y trasladarlo a otros formatos. Son bellísimas las fotografías, por todo lo que cautiva la presencia de Juanele, como por la calidad artística y técnica de las imágenes. Algunos responsables de fotografiar al poeta han sido Esteban Courtalón, Pepe Wolf, Luis Mancha Silva y Coco Vicentin».
Del proyecto también participa Julián Villarraza, que es fotógrafo y diseñador gráfico. Él es el encargado del concepto gráfico del proyecto.
María Sobrón, Juan L. Ortiz y Carlos Sforza. Colaboración de Sofía Cáceres Sforza.
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