TEXTO Y FOTOGRAFÍAS PABLO RUSSO
Colorida, políticamente transversal, transgeneracional y multitudinaria. Así fue la marcha en defensa de la universidad pública que, al igual que en muchas ciudades argentinas, tuvo su correlato en Paraná, uniendo plazas y consignas en la tarde primaveral del miércoles 2 de octubre.
Desde cada sede de facultades, tanto de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) como de algunas de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), partieron columnas que confluyeron en la plaza Alberdi y de ahí a Plaza de Mayo, donde a las 17 en punto comenzó la caminata encabezada por un pasacalle con la leyenda «Ciencia y universidad pública son derechos del pueblo», el mismo que en abril pasado. Funcionarios universitarios, agrupaciones estudiantiles, centros de estudiantes, sindicatos docentes y partidos políticos opositores al gobierno nacional nutrieron la manifestación que recorrió calle Corrientes hacia el río, hasta doblar a la izquierda por La Paz, continuar por Laprida y desembocar en plaza Mansilla, luego de media hora de marcha.
Los carteles a mano alzada y los cantitos le aportaron sus pinceladas al cuadro de la lucha específica en la que se volvió a ocupar el espacio púbico a cinco meses de aquella primera manifestación masiva. «A ver a ver, quien dirige la batuta, los estudiantes, o el gobierno hijo de yuta»; «Llamen al gorila de Milei, para que vea, que este pueblo no cambia de idea, pelea y pelea por la educación»; «Alerta, alerta que caminan, obreros y estudiantes por las calles argentinas»; «Universidad, pública y gratuita, y al que no le gusta, fascista, fascista», se escuchó por la capital entrerriana. Una vez en la plaza de asfalto, se cantó «Frigerio, compadre, volvete a Buenos Aires». El ingenio popular también tuvo su expresión en las pancartas: «Los fachos arden al calor de la lucha»; «Lo esencial es invisible al presidente»; o «Estudiá, no seas Adorni».
Durante la concentración, Andrés Sabella, rector de la UNER, conversó con 170 Escalones sobre la relevancia del acto: «La importancia tiene que ver con reivindicar lo que el Consejo Interuniversitario Nacional viene diciendo desde principio de año, poner en valor lo que la sociedad argentina quiere como educación pública superior que tiene que ver con un sistema universitario autónomo, autárquico, no arancelado, que permita el acceso irrestricto de nuestros jóvenes», expresó. «Esta marcha no solamente tiene que ver con el poder adquisitivo que han perdido los trabajadores y trabajadoras docentes universitarios, tiene que ver con fortalecer la ciencia y la técnica, con que no se paren las obras públicas, con que no se vaya para atrás con los sistemas de becas implementados. Tiene que ver con eso ante un gobierno que no da respuestas y que pareciera ser que reacciona cuando hay este tipo de manifestaciones públicas», continuó.
A las 18 se cantó el Himno Nacional seguido de «Patria sí, colonia no», y se leyó el documento a varias voces.
«Denunciamos al Gobierno Nacional y Provincial, y exigimos que se hagan cargo de la emergencia salarial de nuestras universidades y que se responsabilicen de garantizar presupuesto. Como comunidad educativa debemos darnos la tarea de pelear por una nueva Ley de Educación Superior, que desmonte la lógica mercantilista de la actual ley que acorta planes de estudios y nos obliga a pagar posgrados para completar nuestra formación», aseguraba el texto al que diversos sectores le pusieron cuerpo, leído desde el sonido instalado en la puerta de la Casa de Gobierno.
«Tenemos que continuar y profundizar este camino de organización intersectorial para frenar los embates de este gobierno que ya anunció su veto y un presupuesto 2025 con una quita del 35% en universidad y hasta 60% en ciencia y tecnología. Por eso gritamos: ¡La Ley de Financiamiento Universitario no se veta!», se escuchó en el pasaje final. «Y a Milei y a toda la clase dirigente le decimos que no los dejaremos tranquilos hasta que la ley se cumpla y nos tendrá en lucha, en las calles y en unidad frente a sus políticas de ajuste y crueldad. Frente al veto anunciado, le exigimos a los diputados y senadores que no le den la espalda al pueblo, y a aquellos que defraudaron a los jubilados, sepan que los conocemos y los estamos mirando. La educación nos salva y nos hace libres. Convocamos a la sociedad argentina a defenderla. ¡Viva la universidad pública y gratuita!», cerraron los oradores.
La jornada se dio oficialmente finalizada media hora más tarde, mientras miles de personas desconcentraban por las calles céntricas portando banderas, bombos y el anhelo renovado de encontrar un camino para despertar de esta distopía hecha realidad.
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