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Una lengua que no es capaz de adaptarse a los cambios sociales es una lengua muerta, se dice. El lenguaje es algo vivo, al igual que las sociedades, muta, se transforma y desafía constantemente las reglas de las instituciones que buscan momificarlas.
El lunfardo, por su parte, es una jerga que surgió entre las clases bajas de Argentina y Uruguay a principios del siglo XX. Hoy en día, quienes le incorporan nuevas expresiones a la lengua y actualizan el lunfardo son los jóvenes.
Arre, are o ahrre – como se ve en la pintada de una pared de la esquina de Paraguay e Italia-, surgió con los Floggers, tribu urbana cuya cara más popular fue Cumbio, en la primera década de este siglo. El término significa que lo que se dice es una broma o una exageración. También se la usa para poner en duda la afirmación de otra persona, o quitarle seriedad.
No está en la RAE, pero sí en las paredes de Paraná.
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