Quien escribió con pincel y pintura blanca sobre el portón con antióxido logró su objetivo: atraer la atención de quién pase por ahí. Ahora bien, lo expresado queda en la incertidumbre del sinsentido. La libre interpretación de los casuales destinatarios completará el significado de las palabras que, más que un mensaje, plantea preguntas (aún sin el uso de signos de interrogación). Algunos de las cuestiones a dilucidar son ¿por qué se anuncia que dicha propiedad «no» está a la venta? Si no está a la venta, ¿por qué se incluye un número de teléfono (fijo)? y, en todo caso, ¿qué es lo que se puede consultar? En fin, no es fácil saber qué quiso decir el autor del cartel pero la vida sería menos atractiva sin estos delirios.
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