Pocos días antes de publicado el decreto presidencial que autoriza el autocultivo de cannabis para uso medicinal y la venta de aceite y cremas en las farmacias, apareció esta pintada sobre Alsina, a la altura donde desemboca la calle Luis Agote. Con lo afirmado sobre la pared, el autor o la autora del grafiti propone avanzar aún un paso más y que la despenalización sea completa en vistas a que también se permita el cultivo para el uso recreativo de la marihuana.
Por lo pronto, el nuevo decreto firmado por Alberto Fernández habilita el cultivo personal y en red para usuarios, investigadores y pacientes que se inscriban en el Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN).
A su vez, la diputada entrerriana Carolina Gaillard (Frente de Todos) presentó anteriormente un proyecto de Ley en el Congreso de la Nación que busca reemplazar la actual norma (27.350) por otra que contenga un marco regulatorio integral para atender las necesidades terapéuticas y generar condiciones para el desarrollo productivo, científico, tecnológico e industrial de la planta y sus diferentes usos.
En paralelo, en Entre Ríos fue presentado hace dos meses el proyecto de Ley de Accesibilidad al cannabis con fines médicos, terapéuticos o paliativos del dolor por los legisladores Néstor Loggio y Silvia «Nené» Moreno (Creer). La iniciativa fue escrita conjuntamente con representantes de organizaciones como la Asociación Pensamiento Penal (APP), Mamá Cultiva, y la Agrupación Paranaense de Agricultores Cannabicos (APAC). La propuesta tiene como objetivo manifiesto garantizar y promover el cuidado de la salud integral. En su articulado se indica que el Estado debe poner la menor cantidad de obstáculos posibles al acceso de cannabis y se insta a que todas las reglamentaciones se realicen en favor de los pacientes o usuarios.
El cultivo y acceso legal al cannabis, además de garantizar un derecho individual, permite controles de calidad de lo producido y, a su vez, restringe el terreno de las mafias que manejan el narcotráfico y el mercado clandestino.
Por ahora, se avanza sobre el uso terapéutico. El grado de conciencia que asuma la sociedad en relación a la marihuana determinará si las garantías también se extenderán más allá de un uso específico. Los debates llevan su maduración. El tiempo indicará si el deseo de quien escribió la leyenda sobre el mundo podrá concretarse o quedará como una deuda.
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