21 de noviembre de 2024

Mineros

FOTOGRAFÍAS PABLO RUSSO

 

 

Entrar al socavón es una actividad milenaria. Una leyenda cuenta que los españoles descubrieron el cerro Rico de Potosí, Bolivia, cuando un explorador armó un fuego en su cima, para calentarse en la noche, y vio cómo comenzó a correr un hilo de plata derretida. De todas maneras, la explotación de minerales era anterior a la llegada de los conquistadores exterminadores: el imperio Inca utilizaba un sistema de trabajo denominado mita, que consistía en una especie de impuesto al Estado a modo de fuerza de trabajo (no existía el intercambio monetario). Los españoles la mantuvieron para ir despojando al territorio colonizado de sus riquezas. Dice Eduardo Galeano en El libro de los abrazos que con lo que se robaron los europeos de Potosí, podría construirse un puente de plata que una América con el viejo continente.

El cerro Rico fue perdiendo altura con los siglos pero a sus entrañas siguen ingresando una cantidad no censada de personas para trabajar, a la par que se continúan descubriendo nuevos yacimientos de diversos minerales. Algunas empresas privadas dejaron paso a cooperativas, que a su vez emplean mineros por jornal. No hay jubilación para estas personas que trabajan a destajo; tampoco demasiada expectativa de vida, que promedia los cincuenta años. A pesar de esto, la labor es atractiva porque la paga es buena, por lo que algunos campesinos con malas cosechas o estudiantes en tiempos de vacaciones son tentados por el cerro y sus riquezas. Adentro, nadie deja de agradecer o venerar al Tío, la deidad de las profundidades (como la Pachamama lo es de la tierra en la superficie). Este ídolo, que también fue utilizado para manipular a los pueblos originarios por parte de los españoles una vez que entendieron que no podrían erradicarlo, tiene su representación en algún lugar de la mina, en el que se le rinde tributo generalmente con alcohol, hojas de coca y tabaco para agradecer y pedir encontrar buenas vetas de mineral.

La zona minera, a más de cuatro mil metros de altura sobre el nivel del mar, tiene sus propios barrios, equipos de fútbol, monumentos y negocios en los que se pueden comprar todas las herramientas necesarias para la labor, incluyendo dinamitas y detonadores. Las fotografías de esta galería fueron tomadas en enero de 2023 con una cámara Nikon 7100.

 

 

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