En una pared de calle San Martín, entre Ecuador y Garay, se encuentra uno de los extraterrestres del clásico video juego Space invaders. Esta figura, tal vez rudimentaria vista desde una mirada actual, es un símbolo inaugural de la cultura gamer. La estampa lleva varios años en el espacio público y el desgaste de la pintura es la señal del carácter efímero de estas intervenciones.