TEXTO FRANCO GIORDA
FOTOGRAFÍAS EDITORIAL MUNICIPAL
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La Editorial municipal y Azogue libros reunieron fuerzas para lanzar la colección La música en que flotamos. Las dos primeras entregas de esta serie son Pájaros de nuestra tierra (1944) de Marcelino Román (1908 – 1981) y Comarca nodriza (1952) de María Ruth Fischer (1929 – 2012). Ambas publicaciones vieron la luz pública recientemente y ya circulan entre los lectores y las lectoras de la ciudad. La obra de Román lleva prólogo de Juan Manuel Alfaro y la de Fischer cuenta con introducción de Graciela Pacher.
El titular de la editorial de la Comuna, Julián Stopello, contó a 170 Escalones que «tratamos de trabajar en conjunto con sellos independientes. En este caso, con Azogue libros. También lo hicimos con Ana Editorial en la revista Mi lugar, la ciudad y estamos proyectando una nueva colección con otra editorial. Esto tiene que ver con que la Editorial municipal es muy reciente y sus capacidades tienen ciertos límites, pero fundamentalmente con la convicción de que el trabajo nuestro busca potenciar el circuito local de las editoriales que ya existen en la ciudad y que vienen trabajando con mucho esfuerzo».
En relación a La música en que flotamos contó que «se trata de un proyecto que presentó Lucas Mercado (titular de Azogue libros) en el que ya venía trabajando junto a Matías Armándola que consiste en la reedición de obras importantes de poetas de la ciudad y de la zona. Nos pareció sumamente pertinente porque se ajustaba al objetivo de la editorial de generar un corpus de la poesía paranacera. Entonces, decidimos hacerlo en conjunto» y agregó «nosotros sugerimos el nombre de la colección. Es el título de una novela del escritor entrerriano Orlando Van Bredan y, sobre todo, es un verso de Juanele. Nos pareció una frase representativa en esta idea de buscar una referencia de la poética paranaense».
El acuerdo entre las partes consistió en que la Municipalidad costeara el valor de la impresión (lo cual se logró a través de un club de lectores colaboradores) y que Azogue realizara el trabajo editorial. La tirada inicial fue de 500 ejemplares por obra. Los sellos se repartieron la mitad de los libros cada uno. La parte de la editorial independiente se encuentra a la venta en las librerías de Paraná. La parte de la Municipalidad se donará a bibliotecas populares y establecimientos escolares. «Una vez que se aplique en pleno la normativa recientemente aprobada que fija los objetivos, los propósitos y los modos de funcionar de la editorial vamos a tener también nosotros la posibilidad de vender ejemplares. En principio, la distribución va a ser local y luego ampliaremos a ciudades vecinas», aseveró Stopello.
Azogue libros existe desde 2018 y, entre otros antecedentes, cuenta con haber publicado Benavento de Mario Daniel Villagra en el que se reúne una selección de la poesía y una investigación biográfica y bibliográfica del victoriense Gaspar Lucio Benavento (1902 – 1963).
Como se indicó, para la serie actual, Lucas Mercado trabajó junto a Matías Armándola, quien se encargó de rastrear los materiales originales, recuperar los archivos personales y revisar las correcciones de los autores para formular las notas de las publicaciones. «Él viene investigando y trabajando hace bastante con estos autores así que fue quien guio el proceso», indicó Lucas a este medio. También participó Lautaro Maidana en el trabajo de corrección y edición. Mercado fue el encargado, a su vez, de recrear las portadas originales de las obras.
Está previsto que, en total, la colección cuente con cinco títulos. Además de los dos mencionados, se sumarían Agua desnuda (1943) de Carmen Segovia (1898 – 1964), La huerta azul (1949) de Reynaldo Ros (1907 – 1954) y Adiós a las ciudades (1967) de Gloria Montoya (1935 – 1996). La expectativa es que estos tres sean publicados antes de que finalice 2020. «Se trata de una labor documental a partir de las primeras ediciones de esos libros. Trabajamos con los borradores y con el material publicado en esa época para hacer brillar a los autores y autoras», explicó el responsable de Azogue.
Consultado sobre el criterio de selección, Mercado señaló que «la elección de estos autores surgió de revisar el canon entrerriano. Está Juanele, está Mastronardi, está Villanueva y ahí se cierra. El trabajo de investigación que viene haciendo Matías Armándola hace un buen tiempo plantea quiénes estaban alrededor, con quiénes se juntaban. Juanele no estaba solo en Gualeguay. Había más gente, entre ellos, María Ruth Fischer, Carmen Segovia, Reynaldo Ros. Había correspondencia entre toda esta gente. En el libro de María Ruth Fischer hay una foto donde está Juanele escuchándola leer. Sin embargo, son figuras que van quedando solapadas. Se trata de decir que hay otros autores que tienen otros recorridos que se tocaron históricamente con los consagrados. No es que sean outsiders» sostuvo y agregó que «esta colección lo que intenta es poner en el centro de la escena a esos otros autores importantes como parte del tejido literario de la provincia pero que el tiempo los fue llevando para otros lugares». Finalmente, aseguró que «lo que se intenta es ampliar, tensionar, poner en diálogo o en discusión, quiénes conforman el canon o las referencias autorales de la provincia».
De este modo comienza la reedición de parte de una poética que continúa, con pleno vigor, encontrando interlocutores que actualizan y revalorizan un tipo de sensibilidad y expresión humanas surgida del tránsito por esta parte del mundo.