TEXTO FRANCO GIORDA
FOTOGRAFÍAS PABLO RUSSO
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Las facultades de Trabajo Social y de Ciencias de la Educación de la UNER fueron tomadas en el marco del paro que realizan en conjunto estudiantes y docentes. La decisión fue resuelta en asambleas llevadas adelante por los jóvenes universitarios. La medida incluye actos callejeros, música, lecturas, actividades académicas, intervenciones artísticas, pintadas, micrófono abierto, discusiones y mucha organización. Las razones de la movida son los bajos salarios y el recorte presupuestario decidido por el gobierno nacional.
A lo largo de la historia, la comunidad universitaria y, en particular, los estudiantes han sabido resistir ajustes y atropellos e, incluso, ser vanguardia de grandes cambios. Justamente, este año se cumplen cien años de la Reforma Universitaria que implicó, entre otras cosas, sacar el obscurantismo religioso de la educación, ganar autonomía política y que los estudiantes sean parte del cogobierno. A su vez, se conmemoran cincuenta años del Mayo Francés, momento cúlmine de grandes movimientos transformadores que se dieron hacia fines de los 60. En las asambleas contemporáneas se habla de estas efemérides y se organizan charlas para reflexionar sobre los procesos históricos, las tradiciones de lucha y la actualidad de la academia y el pensamiento crítico. También hay talleres de formación, instancias de debate y proyecciones.
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Las tareas en las tomas son múltiples y complejas. Por ejemplo, al tiempo que en la plaza Alvear se llevaba adelante un festival cultural, en el edificio de Ciencias de la Educación, ubicado en frente, otro grupo acarreaba sillas, colchones, heladera, ollas y comestibles, en vistas a pasar la primera noche. Se aprecia, en todas las actividades, el entusiasmo que conlleva un acto de dignidad.
En las diferentes instancias de encuentro, se discute el impacto de los recortes, la inflación, el congelamiento de salarios y los tarifazos. Además, se evalúa cómo afecta el desfinanciamiento en la permanencia de los estudiantes en la educación superior, en la producción de conocimiento, en la vinculación con la sociedad y en el sistema de ciencia y técnica del país.
En un documento, las y los estudiantes de Ciencias de la Educación dieron a conocer que la toma se resolvió por unanimidad y que «el motivo es el recorte de más de tres mil millones de pesos al presupuesto de las universidades nacionales, la propuesta irrisoria de aumento salarial del 10,8 % a les docentes que no se condice con la inflación ni el costo de vida actual, el repudio al ajuste y al acuerdo con el FMI y por un presupuesto genuino para la educación, ciencia y tecnología».
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«Cuando nos enteramos que les compañeres de la FTS (Facultad de Trabajo Social) habían tomado la Facultad, cambió la situación. Varios compañeres independientes propusimos que se haga una asamblea extraordinaria para que se plantee lo de la toma porque las agrupaciones no se estaban poniendo de acuerdo. En esa asamblea fuimos muchísimas más personas de las que suelen ir a las asambleas de la FCEdu (Facultad de Ciencias de la Educación)», dijo Guillermina Ferraris, estudiante de quinto año de Comunicación Social, a 170 Escalones.
Consultada sobre cómo se lleva a cabo la medida, contó que «creamos cinco comisiones que son de seguridad, finanza, logística, cultura y prensa. Cada una tiene cierta independencia pero las decisiones más fuertes se toman en las asambleas. La organización se da en conjunto».
Por su parte, tanto profesores como personal administrativo y de servicios participan de la toma. Un grupo de docentes llevaron adelante una reunión en la que decidieron acciones en el marco de la medida y de cara a la sociedad a propósito de información falsa que está circulando por redes y medios. Los no docentes participaron del reordenamiento de los espacios edilicios y manifestaron públicamente su voluntad de defender la educación pública, adhirieron a los reclamos y exigieron presupuesto genuino y reapertura de paritarias.
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En la toma de Trabajo Social se desarrolló un logo con una oveja negra. A partir de ese ícono se despliega la comunicación, el humor y la crítica en el marco de la protesta y las discusiones internas. Además, entre otras acciones, se transmitieron programas en vivo de la radio de la UNER y, en la noche del viernes, se llevó adelante una choripaneada.
Las tomas se autorregulan. En las asambleas diarias se legisla sobre las normas a respetar. También se toman decisiones relacionadas a la comida, la salud, los turnos a cubrir y los fondos necesarios para sostener la acción. En los discursos se utiliza sistemáticamente el lenguaje inclusivo. Al mismo tiempo, la toma se declaró feminista y «libre de machos».
Miembros de las carreras a término y de los posgrados también son parte protagónica del plan de lucha. Por ejemplo, se dio a conocer un comunicado de repudio al ajuste y de apoyo a la protesta por parte de cursantes de la Maestría en Comunicación. A su vez, están presentes en diferentes instancias en defensa de la educación pública, laica, gratuita y de calidad.
Por su parte, Iván Wolkovicz, estudiante santafesino del segundo año de la Tecnicatura en Gestión Cultural, dijo a este medio que «desde el viernes 17, que hubiese sido el primer día de cursado, se organizaron intervenciones artísticas y cortes de calle, involucrando a las tres cohortes que cursan la carrera», y agregó: «me parece que hay un compromiso general, aunque no total. También nuestra carrera es un poco particular porque congrega gente de diferentes ciudades. Entonces, venir a poner el cuerpo es difícil. De todos modos, es mucha la gente que participa. Se entiende que esto lo defendemos entre todos. No hay otra forma». También contó que «esto viene bien para conocernos, seguir gestionando y poniéndonos de acuerdo. Son grupos de gente que uno no elige sino que es parte del ámbito donde uno cursa así que está buena esta instancia. Es un momento de crecimiento grupal en ese sentido».
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La frase que se repite en las redes sociales es «¡A esta lucha la bancamos entre todes!», con el hashtag #UniversidadPúblicaEnPeligro. A través de fan pages, grupos y perfiles también se comunican noticias de otras universidades donde hay acciones directas, como en las de San Luis, Mendoza, Buenos Aires, Río Negro, La Pampa, Córdoba (donde la policía desalojó la Facultad de Derecho), entre otras. El paro se lleva adelante en las 57 universidades nacionales.
Las discusiones sobre el diagnóstico y sobre qué hay que hacer están a la orden del día. Por supuesto, no hay unanimidad ni en criterios ni en opiniones. Los gremios, agrupaciones, gestiones, federaciones, ciudadanos universitarios e, incluso, organizaciones sociales, políticas, de la sociedad civil y profesionales asumen posiciones distintas. Los debates son parte ineludible de este tipo de procesos políticos en el que se juega el futuro de la universidad.
El lunes 27 de agosto, en la Facultad de Ciencias Económicas, el rector Andrés Sabella y el secretario Económico Financiero, Juan Manuel Arbello, realizarán un análisis de la situación presupuestaria de la UNER. El encuentro es abierto y tendrá lugar a las 18 en el aula magna de la mencionada unidad académica.
Para el jueves 30 está prevista una marcha nacional que confluirá en Buenos Aires con la presencia de las comunidades universitarias de todo el país para reclamar aumento salarial y presupuestario.