21 de noviembre de 2024

Un cine sin ley que llega a San Sebastián

TEXTO PABLO RUSSO

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Una excelente noticia para el cine entrerriano y, por ende, para el cine argentino: varios directores –y sus películas– fueron seleccionados para secciones en competencia del 68° Festival Internacional de Cine de San Sebastián (SSIFF), que tendrá lugar entre el 18 y el 26 de septiembre de 2020. Se trata de producciones encaradas por la conocida tríada crespense conformada por Eduardo Crespo, Maximiliano Schonfeld e Ivan Fund, a las que se suma la paranaense Celina Murga. En un momento de gran incertidumbre en la industria nacional y en el que la promesa de la gestión provincial respecto al fomento del sector audiovisual no da aún su paso decisivo hacia la letra de la ley, la primera generación de directores entrerrianos del siglo XXI se convierte en una legión extranjera que se muestra en el primer nivel de la cinematografía mundial.

 

 

El festival de la ciudad vasca de San Sebastián, uno de los más longevos de Europa y el más importante de España, también conocido como Donostiako Nazioarteko Zinemaldia –tal su nombre en euskera–, es un certamen categoría A (según la clasificación que la FIAPF, Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos, otorga a un puñado de estos eventos). Las noticias de las elecciones se fueron dando en los últimos días a la par que los directores compartían sus alegrías en las redes sociales. «En estos tiempos tan raros, llega esta sorpresa y la felicidad es absoluta», escribió Edu Crespo en Facebook en relación a Nosotros nunca moriremos, que tendrá su estreno en la Competencia Oficial junto a largometrajes de Woody Allen, Thomas Vinterberg y Matt Dillon, entre otros.

«Para mí es un orgullo presentarla con directores que fueron y son referentes desde mis comienzos como Sharunas Bartas, Naomí Kawase, Francois Ozón, Julien Temple. Esperamos llegar lo mejor posible para disfrutar de este momento de mostrar la película en un cine. Uno trabajó para eso, es lo mejor que te puede pasar, es una locura poder estar en ese lugar», compartió Crespo a 170 Escalones. El director había presentado un corte de la obra para una sección work in progress, pero como a todo el comité le había gustado le consultaron si llegaría con una versión final para septiembre. Nosotros nunca moriremos se filmó en febrero de este año entre Crespo, Villa Libertador San Martín y una parte en Ramírez. Es la historia de una madre y un hijo que vuelven a un pueblo donde vivía el hermano mayor que acaba de morir, y ellos van recorriendo ese pueblo mientras se encuentran con diferentes vínculos de esa persona. El hijo más chico descubre el dolor de los adultos y la madre transita el duelo en ese viaje. «La terminamos a fines de febrero, fue como que todos los planetas se alinearon. Volví a Buenos Aires con material a editar toda la cuarentena con la montajista, Lorena Moriconi. Trabajamos de modo virtual, con todo lo que eso implicaba, cada uno siguiendo con esta nueva normalidad y con su vida», contó Crespo. En el elenco, el realizador combinó a Romina Escobar, un actriz de Buenos Aires, con gente de Entre Ríos como Rodrigo Santana, de Oro Verde, y chicos y chicas de Crespo y María Luisa. «Hice un mix de toda la zona, eso me gustó, abrirme un poco de Crespo y salir a la provincia a investigar otros lugares. Una parte del elenco muy importante es la Asociación de Bomberos de Crespo, que le puso el cuerpo a muchas escenas», agregó.

 

 

«Me parece súper importante que se apoye la relevancia que está tomando y a los lugares a los que llega el cine de Entre Ríos, que haya una ley de fomento, que los diputados y senadores se pongan de acuerdo en este momento clave para tratarla y también a la ley de impuesto a las plataformas, que es un forma de recaudar dinero para que ese fondo sea posible. También sabemos que la provincia está pasando por una crisis sanitaria muy grande, como todo el país, pero sería una forma de recaudar, tratarlas juntas para que pueda ayudar a paliar la crisis sanitaria y cuando esto se termine poder derivarse al fondo de fomento audiovisual», opinó Crespo en relación a la legislación provincial ausente en la materia. «Nosotros elegimos filmar en nuestra ciudad, en nuestro pueblo, y necesitamos que eso se acompañe para poder seguir haciéndolo. El cine, aparte de ser un hecho cultural, genera un montón de puestos de trabajo, hay técnicos y técnicas que viven de eso y todo lo que rodea hacer una película. Invertimos en la provincia fondos internacionales o del INCAA; que haya una respuesta por parte de la provincia está bueno, sobre todo cuando le está yendo tan bien al cine entrerriano. No es un invento, es algo que está sucediendo y ya no se puede ocultar con nada», añadió.

 

 

Maximiliano Schonfeld e Ivan Fund son dos de los tres argentinos seleccionados (el otro es Jerónimo Quevedo, de Buenos Aires) que competirán entre sí en la sección WIP Latam (Work In Progress) del mismo festival.

Schonfeld viene de ganar el fondo internacional del Centre National du Ciné et de L´image Animée Francais (CNC) denominado «Ayuda a los cines del mundo», para terminar el rodaje pendiente de Jesús López, su tercer largometraje cuya filmación se vio interrumpida por el inicio del aislamiento social obligatorio en marzo pasado. Con guion de la escritora Selva Almada, cuenta la historia de Abel, un joven que asume la identidad de su primo, Jesús López, después de la muerte de este. «Nos agarró la pandemia y nos quedaron diez jornadas sin filmar, pero con lo que filmamos (un poco menos de tres semanas, en la zona de Valle María) pudimos armar un boceto. No es toda la historia, porque falta filmar bastante, pero eso es lo que vamos a mostrar en San Sebastián», indicó el director. En la sección WIP se compite por recursos para terminar los trabajos.

«Es una coincidencia importante estar todos en un festival y es un poco fruto del camino que venimos haciendo con directores y directoras de Entre Ríos», planteó Schonfeld. «De alguna manera, muestra una vez más que la provincia y el cine entrerriano necesitan un apoyo real y una ley concreta por la que venimos peleando hace un montón de tiempo. Nuestro pedido no es nuevo, nosotros ya redactamos no una, ni dos, sino tres leyes que presentamos a los funcionarios, a los legisladores. Necesitamos que haya una voluntad real, más allá que durante dos años consecutivos en el FICER el mismo gobernador fue el que anunció que se iba a empezar a trabajar una ley. Pasaron tres años y seguimos sin eso. Nos parece importante que de una vez por todas se tome la voluntad política de generarle al cine entrerriano un marco de fomento y de apoyo real, no solamente para que las películas se puedan hacer, sino para que se puedan distribuir, exhibir y conservar. Y también un espacio real de formación de directores, de técnicos y técnicas en la provincia», reclamó.

 

 

Para Fund, «es un notición hermoso que podemos estar todos ahí. Mucha y feliz coincidencia». En su caso, proyectará Piedra noche, que filmó en octubre del año pasado en la zona de Mar de las Pampas y Mar Azul, en la provincia de Buenos Aries. Sina viaja a la costa para acompañar a su amiga Greta en la venta de su casa de veraneo. Hace menos de un año Greta perdió a su único hijo en ese mar y necesita su ayuda. Mientras embalan todo y se preparan a entregar la llave, Bruno, el esposo de Greta, dice haber visto algo que confirma los rumores de los lugareños sobre la aparición de una extraña criatura. «Estamos a mitad de la posproducción. En teoría tendría que estar terminada pero se dilató con la pandemia, como el mundo entero. En ese sentido, (el aislamiento) le regaló a la película el tiempo para poder seguir trabajándola, un tiempo que de otra manera, por la agenda del mundo del cine, no hubiera tenido», comentó Fund sobre su historia fantástica que cuenta con coproducción chilena. «Es una situación de mucho privilegio estar ahí mostrando ese material para gente de la industria, programadores, posibles coproductores y distribuidores, para empezar a tener devoluciones sobre la película en la recta final y tal vez conseguir recursos para terminarla de la mejor manera y tener un lanzamiento auspicioso. Estamos muy contentos y trabajando a full, un poco incómodos a distancia porque se pierde la musicalidad del “tocar en vivo” de la sala de mezcla con el montajista codo a codo. Como todos, nos vamos adaptando y tratando de usarlo a nuestro favor», señaló el realizador.

«Esto es un subrayado que deja en evidencia todo lo que se está haciendo, que no es nuevo, venimos desde hace tiempo trabajando, desde hace quince años», apuntó Fund. «Las películas se vienen gestando como se puede y vienen teniendo relevancia en festivales nacionales e internacionales. Lo que sí es innegable es que se siguen haciendo, y así como nosotros muchos otros. Esa producción existe y necesita una contención y acompañamiento por parte de una estructura provincial. Sabemos que el cine afecta no solamente a los implicados sino que es un dispositivo que abre el juego para todos lados: desde la hotelería, los actores del lugar, el catering, etc.», amplió. «Ni hablar de la gente que está empezando y necesita más que ninguno esa posibilidad. Saber que es una posibilidad ya cambia mucho las cosas, aunque siga siendo difícil como cualquier oficio que hay que meterle garra, pero es necesario que exista un marco que ayude a que los pibes y pibas que están arrancando lo puedan ver como una posibilidad real», argumentó. «Es fácil decir “agarrá un celular y filmá”, pero lo que también es necesario que se sepa es que no es solo eso lo que está al alcance, sino presentarse en los fondos que hay del Estado, de aplicar a festivales, de conocer y ser parte de ese circuito y tener acceso a las herramientas de formación. Que los pibes puedan saber que aunque estén en un pueblo de veinte mil habitantes en el medio de Entre Ríos, eso también te pertenece, ese mundo no está tan lejos. Es muy arbitrario, depende de mil cosas y la suerte tiene que estar, pero es un horizonte posible», alentó. «Si esto sirve para reactivar la ley y que alguien pueda hacerse eco de eso sería muy importante. Si la ley sucede, de exhibición, formación, en todos esos planos, sobre todo es para ayudar a los que vienen. Nosotros, de una manera u otra nos hemos abierto camino y tenemos las herramientas para poder gestionarnos recursos. Lo importante es poder generar herramientas que hubiéramos querido tener cuando arrancamos, para allanar el camino de los que vienen», concluyó.

 

 

El olor del pasto recién cortado es el título del proyecto próximo a filmar de Celina Murga, que está seleccionada para presentarse en el IX Foro de Coproducción Europa-América Latina de San Sebastián, uno de los tres más importantes de Europa, junto al de Berlín y Cannes. «Estamos en previa, ahora frenados por la pandemia. Una de las protagonistas confirmadas es Dolores Fonzi», indicó Murga sobre esta co producción con Alemania que tiene apoyo del INCAA y cuyo guion se desarrolla en dos historias que se espejan: la primera protagonizada por un varón, la segunda por una mujer. Ambos son personajes en crisis con los lugares que ocupan. Los roles de género y las acciones que los atraviesan en lo cotidiano, el significado de vivir con otros y otras, el amor, la familia, el deseo y la libertad son marcas fuertes de este relato. Si bien en este caso las locaciones no son en Entre Ríos, la realizadora fundamentó la necesidad de apoyo para el cine local: «Es una provincia con una situación única, en donde se ha venido desarrollando en menos de 20 años una cinematografía muy propia, particular, con un impulso constante que ha tenido momentos de mayor expresión que otros, pero que en realidad tiene que ver con el trabajo y las voluntades personales de un grupo que ha ido creciendo, y lo que necesitamos es que eso tenga un correlato concreto en las políticas de fomento del cine y el audiovisual», sostuvo. «Creo que es el momento, esto viene a ser un mojón más. Se ha hecho un montón en los últimos años. No quiero dejar de mencionar lo que implicó el trabajo en las dos ediciones del FICER, el trabajo del año pasado en el que hubo reuniones con todo el sector por el proyecto de ley. Es muy importante que eso se vea y que realmente tenga el broche de oro que necesitamos, que es que la ley avance. Hay un sector que viene dando pruebas de la solidez que tiene y lo que hace falta ahora es ese último empuje para que esto tenga otro alcance y otra posibilidad. Lo mejor que puede pasar con toda esta presencia en San Sebastián de todes nosotres es que se haga visible la situación y la necesidad de que la ley salga», manifestó la directora de Ana y los otros.

Mientras en Entre Ríos unos 25 proyectos audiovisuales atraviesan diferentes etapas de realización, las principales pantallas del mundo del cine se encenderán en septiembre como ventanas abiertas a las producciones de los directores surgidos de estas tierras. Más allá de los premios, financiamientos y reconocimientos que obtengan en San Sebastián, el final feliz de esta historia también se escribe en la legislatura provincial.

 

 

 

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