TEXTO Y FOTOGRAFÍA PABLO RUSSO
El gobierno nacional llamó a licitación para reprivatizar lo que se denomina Vía Troncal Navegable del río Paraná y, obviamente, se agitaron nuevamente las aguas de un debate que nunca cierra. Le extraño fue el resultado: el día miércoles 12 de febrero y una vez conocida la única propuesta presentada, el mismo gobierno dio de baja el proceso de selección. No fue el clamor popular ni la lucha de las organizaciones ambientalistas las que lograron esto, pero sin dudas es algo que tienen para celebrar, ya que les da tiempo en la pelea mayor.
Desde la red de organizaciones y colectivos que conforman Remar Contracorriente por el Agua y la Vida, habían denunciado que este avance en una privatización por 60 años era inconstitucional por irregularidades en el pliego licitatorio y que, por otro lado, profundizaría el modelo extractivista que convierte al Paraná en «una autopisa para grandes corporaciones». Advirtieron, además, sobre un posible ecocidio y, por eso mismo, llaman a la acción con una remada que unirá Formosa con Santa Fe entre el 1 y el 22 de marzo.
Comunicado oficial
El Ministerio de Economía informó que durante la licitación, hubo empresas que presentaron cuestionamientos (contestados por el gobierno y rechazados por la Justicia). Pero resultó que al abrir los sobres, el único oferente fue la belga Dredging Environmental and Marine Engineering NV (Deme), «precisamente el mismo que había presentado recursos judiciales y administrativos contra la licitación en curso, alegando direccionamiento y falta de transparencia. Es decir, fueron los únicos oferentes de la misma licitación que acusaron de estar direccionada», señaló el comunicado oficial.
Evidentemente, esperaban más ofertas, ya que se habían inscripto 11 empresas para participar. «Por todo lo expuesto, esta Administración comunica que ha decidido dejar sin efecto el actual procedimiento de selección, en pos de conseguir una licitación con verdadera competencia de precios entre oferentes; y que se instruirá la intervención de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia para que investigue la posible presión por parte de la única oferente sobre las restantes empresas, o la existencia de una connivencia entre las mismas en perjuicio del Estado Nacional. Con los resultados de dicha investigación, la Agencia Nacional de Puertos y Navegación se pondrá a trabajar en los nuevos pliegos», concluyeron.
Qué dicen las organizaciones
«En el contexto de crisis climática global y crisis hídrica que viene sufriendo la Cuenca del Plata, este plan, que prevé el dragado a 44 pies y el ensanchamiento del cauce, pone en riesgo la soberanía hídrica, la biodiversidad y la vida de las comunidades ribereñas. En vez de adaptar las embarcaciones al río, se busca modificar el río para los barcos, sin evaluar los riesgos de una intervención de esta magnitud», señaló Remar Contracorriente por el Agua y la Vivda.
La demanda de estos múltiples colectivos y organizaciones -más de un centenar- es de un diseño de una gestión soberana, ecológica y participativa del río. De ahí, posiblemente, el nombre de la red que los aglutina en relación a los tiempos políticos y económicos que corren.
«El Paraná no es solo un río; es una arteria vital del planeta que cruza siete provincias argentinas y conecta cinco países. Su caudal sostiene economías locales, culturas
milenarias y ecosistemas únicos. En un país como Argentina, donde más del 50% de la población sólo dispone del 30% del agua de forma natural -un territorio predominantemente árido por naturaleza- se imponen políticas de cuidado de los ríos y una redistribución hídrica justa, garantizado el acceso al agua del pueblo en su conjunto. Defender el Paraná es defender también a todo el territorio argentino y a la cuenca del Plata en su conjunto», explicaron.
Cosita vuelve a remar
Según Remar Contracorriente, el dragado pone en grave riesgo a los humedales, la fauna ictícola y las dinámicas naturales del río. Es decir, la destrucción del ecosistema fluvial. También impacta negativamente en territorios, culturas de pueblos originarios y comunidades ribereñas, en sus formas de producción y su aporte a la sustentabilidad. Así mismo, trae aparejada una contaminación y crisis hídrica, ya que la remoción de desimentos libera tóxicos que afectan la calidad del agua y, por lo tanto, la salud. Esta acción de remover sedimentos y desechos del fondo de cuerpos de agua generaría la expulsión de poblaciones ribereñas, provcarían inundaciones y desplazamientos. El impacto es sobre toda la Cuenca del Plata, empeorando las condiciones de acceso al agua y afectando la calidad de vida y el trabajo de cientos de miles de pescadores artesanales que son parte del corredor biocultural.
Por otro lado, subrayan el saqueo a la soberanía a través de la gestión privada (por 60 años), que «perpetúa la evasión fiscal, el contrabando y el control extranjero sobre un recurso estratégico».
En concreto, lo que pide esta red -que reinvindica el rol del Estado y las provincias en la gestión del río- es que se realicen evaluaciones ambientales independientes con el fin de proteger a las comunidades, culturas, humedales y acosistemas asociados al río Paraná.
«Remar Contracorriente por el Agua y la Vida es una movida, un proceso diría, todovía no una red», le dijo Martha Arriola, de los Cuidadores de la Casa Común, a 170 Escalones. «Nació de la iniciativa de Luis Cosita Romero. Él remó hace 28 años y en este momento, ante la licitación, frente al saqueo de nuestros bienes naturales, a la reprivatización de la vía navegable de más de 3 mil kilómetros, sintió la necesidad de volver a remar para defender al río», agregó. Cosita les comentó la idea y la conversó con sus amigos cercanos y otros compañeros y organizaciones, que a su vez lo compartieron con otros y fue tomando forma y volúmen. Uno de los apoyos importantes que consiguieron fue de la Red Eclesial Justicia y Paz en la Patria Grande, que está presente en más de treinta países.
La campaña se propone «visibilizar lo que nos está pasando en este contexto de crisis civilizatoria sin precedentes, así como la defensa de las cuencas, de los ríos, del agua en América Latina y el Caribe», indicó Arriola., poniendo el acento en la crítica al extractivismo y el lucro predominante.
Se empieza a gestar una nueva licitación que tendrá en vilo a quienes abogan por el bien común de la Patria Grande. «No solo estaremos remando, sino que estaremos muy alertas para hacer todo lo que esté a nuestro alcance para frenar cualquier intento de saqueo y reprivatización de nuestro río», advirtió Arriola.
Si te interesa lo que hacemos, podés suscribirte a la revista o convidarnos un matecito