TEXTO Y FOTOGRAFÍAS NATALIA MATURANA
En el salón Mariano Moreno del Honorable Consejo Deliberante de Paraná, ubicado en Corrientes y Andrés Pazos, fue inaugurada la Semana Del Patrimonio 2025 que busca de redescubrir la riqueza histórica y patrimonial de la ciudad. Este evento, organizado por la Municipalidad de Paraná, comenzó en la mañana del 14 de julio presentando un cronograma de actividades que se extienden hasta el sábado 19. La inauguración fue encabezada por la intendenta, Rosario Romero; el jefe de gabinete de la Municipalidad, Santiago Halle; la subsecretaria de Planificación, Alejandra Flores; y la directora del Patrimonio Urbano Arquitectónico, Mariana Melhem.
Era media mañana del lunes pasado cuando las personas dispersas en la sala comenzaban a ubicarse en las sillas distribuidas en filas mirando hacia el frente. Había obras de arte bordeando las cuatro paredes, obras que reflejaban edificios históricos o lugares típicos de la ciudad con sus respectivos nombres y artistas. En uno de los extremos de la sala, había una mesa con café y masas. Se oían conversaciones indistintas.
Pasados treinta minutos aparecieron las autoridades, saludaron y se sentaron, frente al público expectante, en una mesa rectangular. «El objetivo es promover el cuidado de nuestro patrimonio y el acceso a los bienes culturales que definen nuestra identidad», dijo el mediador. Luego les dio la palabra a las autoridades, quienes no dejaron de agradecer y resaltar la importancia de este tipo de propuestas que invitan a (re)valorizar el patrimonio y la historia de la ciudadanía paranaense. También hicieron alusión a la Ordenanza 7305, que data de 1990, y es la que promueve el programa de preservación del patrimonio urbano arquitectónico que, según comentó Mariana Melhem, recién hace dos años volvió a reactivarse.
«La ciudad es un organismo vivo, la ciudad es la mayor obra cultural que construimos colectivamente», dijo la arquitecta cuando fue su turno de hablar. Y añadió: “La propuesta de este recorrido justamente es hacer más accesible el patrimonio”.
Por su parte, la intendenta expresó: “Me gusta cómo lo plantean, porque plantean el patrimonio de la ciudad de un modo dinámico, con una mirada de pasado y de futuro. Es decir, de trasladar esta construcción, que no deja de ser una construcción de ciudadanía, porque cuando preservamos, valoramos o construimos un nuevo patrimonio urbano lo hacemos básicamente como ciudadanos”.
Luego, alrededor de las 11, comenzó la charla con la arquitecta Mariana Melhem, quien acompañó sus palabras con una presentación visual. «La charla tiene que ver con mostrarles cuáles son las claves que nos propusimos para el reconocimiento de este patrimonio, para el armado de estos circuitos. Cómo nos aproximamos al patrimonio de la ciudad a la cual consideramos una construcción colectiva, esto nos permite descubrir nuestra historia y también descubrir que cada lugar de la ciudad tiene algo que contar», manifestó.
«Cuando hablamos de un patrimonio arquitectónico no solamente hablamos, así configuradamente, de lo antiguo y bello, hablamos de otra cosa, hablamos del aporte que hace a la construcción de la ciudad», dijo Mariana.
***
“La arquitectura debe hablar de su tiempo y su lugar, pero anhelar la atemporalidad” Frank Gehry, 1929
Al pie del monumento al General San Martín, en la plaza 1 de Mayo, comenzó a las 16 del lunes el recorrido anunciado. La guía, sosteniendo un micrófono enchufado a un parlante, contó sobre la historia detrás de aquella estatua. Luego, dio indicaciones para avanzar unos pasos en dirección a la catedral de Nuestra Señora del Rosario y desde la vereda de en frente, se refirió a la arquitectura del edificio.
Luego, ante la invitación de la facilitadora la gente reunida cruzó e ingresó en hilera al Colegio del Huerto. Al cruzar la puerta daba la impresión de viajar al pasado. Hacia arriba, en el techo, colgaban candelabros; abajo, el piso de madera rechinaba al paso de las personas, que observaban todo a su alrededor. Acto seguido, se sentaron en butacas de color rojo y fotografiaron lo que veían. La guía contó la historia de aquel inmueble (ex Cámara de Senadores de la Confederación Argentina) que data de 1858, el tercero más antiguo que tiene la ciudad. Fue sede del congreso entre 1859 y 1861.
Una vez más, la gente volvió a salir a la calle atendiendo a la guía. Cruzaron hacia el Palacio Municipal, un edificio que se erige hacia lo alto del cielo. Algunos subieron por las escaleras blancas, otros fueron por el ascensor. Pero todos llegaron a destino. Primero pasaron por una antesala pequeña, donde había un sofá negro al lado de un espejo de amplias dimensiones con marco dorado y un ángel tallado en su extremo superior, frente a él, en la pared, varias placas colgadas.
Luego atravesaron otro espacio pequeño que daba paso, por la inscripción al lado de la puerta, al Consejo Deliberante. Apenas ingresaron, los sorprendió un resplandor que iluminaba la habitación. En ronda, se dispusieron a escuchar a otro guía. Mientras tanto, observaban a los costados y las obras de arte con conforman la cúpula. Cada uno de sus vértices estaba pintado e ilustraba diferentes acontecimientos, pero juntos formaban parte de un todo. El guía contó que aquellas pinturas atestiguan el paso del tiempo, ya que representan la evolución de la ciudad, cómo fue antes y después, y finaliza con la pintura de un libro abierto en blanco con una pluma que, según explicó, simboliza la historia que se sigue escribiendo.
«Rescatando el pasado, reescribiendo el presente, repensando el futuro», culminó el guía e invitó a seguir el recorrido, hacia el último espacio. La gente bajó las escaleras, caminó por un pasillo, que parecía un pasadizo, hacia el patio de planta cuadrada. El piso parecía un tablero de ajedrez, con cuadrados blancos y negros, y en el centro una fuente sin agua. La guía junto con la arquitecta Mariana Melhem comentaron la historia del centro cívico municipal y su arquitectura italiana, que data del siglo XIX/XX. También hizo alusión al reloj de la torre, un símbolo de la modernidad que marca el paso del tiempo.
Al finalizar la actividad se invitó a la gente a participar de los recorridos programados para los días siguientes. En tal sentido, este miércoles a las 16 se llevará adelante un recorrido mediado en Plaza Carbó titulado Un viaje maravilloso a la Ciencia Ficción del siglo XIX. El jueves 17, a las 16, un recorrido mediado por el Paseo Jardín titulado Saltando arroyos. La Santiagueña en el trazado urbano de la Ciudad. El viernes 18 de julio, a las 16, un recorrido mediado por la Estación del Ferrocarril Urquiza titulado Un río de rieles. La traza del ferrocarril en Paraná. Por último, el sábado 19 de julio, a las 16, un recorrido mediado titulado Larga Marcha por el Barrio de La Alcantarilla.
Si te interesa lo que hacemos, podés suscribirte a la revista o convidarnos un matecito
.