Panorama de un cine emergente

TEXTO ALEJO PARIS

FOTOGRAFÍAS PABLO RUSSO

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En el Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER) se vieron casi cien películas, hubo encuentros formativos, se constituyó un espacio de mercado entre realizadores y exhibidores, y los estudiantes secundarios tuvieron una instancia de producción y visionado, entre otras acciones. De uno u otro modo, estas actividades repercuten en el sector audiovisual de la provincia. En ese marco, 170 Escalones dialogó con distintos actores involucrados con este campo. El objetivo fue obtener un panorama del presente y de las potencialidades de la realización cinematográfica local.

 

 

Uno de los consultados fue el director del Instituto Audiovisual de Entre Ríos (IAER), Julio Gómez, quien sostuvo que «nosotros siempre intentamos que exista una forma de mantener agrupados a los realizadores. Antes de ser director del IAER, sentí la necesidad, como realizador, de incorporarnos a un cuerpo que nos contenga y nos permita movilizar proyectos en forma conjunta. En este sentido, se le va dando forma a la idea de una infraestructura para que los proyectos se puedan materializar».

En relación a la producción provincial en el actual contexto de dificultades económicas dijo que «siempre se filmó en Entre Ríos, pero son tiempos de crisis, donde la vinculación con el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) es más difícil porque los programas de fomento fueron cercenados».

En cuanto al importancia del FICER sobre el asunto, Gómez sostuvo que «el festival congrega a la Cámara de Productores Audiovisuales de Entre Ríos (CaPAER), a los realizadores entrerrianos y al Estado como articulador de ese espacio, y entre todos surgió la iniciativa de hacer un proyecto de ley que pueda ser presentado en la legislatura. Este tiene como eje central la existencia de un fondo de fomento para la producción audiovisual que pueda evolucionar a medida que las producciones vayan creciendo», comentó.

Con respecto a la legislación, también opinó que «la ley debería haber existido un poco antes, porque en el marco de crisis que vivimos hay otras prioridades. Quizás se perdió un poco de tiempo, hay provincias como Santa Fe que ya llevan más de 15 años con su ley. En Entre Ríos se ha brindado apoyo, la ley también vendría a ordenar y regular los tiempos de esta simbiosis entre lo público y lo privado más allá del fondo de fomento. Quizás cuesta llegar a una ley de fomento, pero tenemos que estar preparados para defenderla cuando sea nuestro tiempo”.

Finalmente, sostuvo que «la experiencia de los dos festivales nos da la pauta que hay buenas realizaciones. En la Sección Nacional hubo producciones entrerrianas, dentro de un rubro complicado como son las películas infantiles hubo una película entrerriana y la película de cierre del festival fue una película entrerriana. Necesitamos de este espacio para visibilizar todo ese trabajo. Este festival es el marco de un emergente enorme que va más allá de los realizadores: directores de fotografía, sonidistas, jefes eléctricos, etc. Es una vidriera para mostrar que Entre Ríos existe en materia audiovisual y que se hacen cosas buenas».

 

Estimular la mirada

El realizador audiovisual y programador del FICER, Maximiliano Schonfeld, afirmó en relación al panorama actual que «hay disparidad en las producciones por no tener una ley de fomento ni una escuela. Entonces eso abre dos tipos de narrativas y de cine, incluso dos modelos de producción. Están los que producen desde la provincia y los que somos de Entre Ríos, nos fuimos y volvimos a filmar. Pero hay un salto muy grande respecto a los que recién arrancan y lo quieren hacer desde acá, no solo en financiación sino también en encontrar narrativas sólidas. Entonces la idea del FICER es estimular la mirada de quienes están empezando a hacer cine en la provincia».

Haciendo foco en la legislación, Schonfeld sostuvo que «el caso de Entre Ríos es paradigmático. Somos muy pocos cineastas que hicimos mucho y de un buen nivel para una provincia que no cuenta con la infraestructura como otras en donde sí hay una ley y una escuela de cine. Con una ley esto se puede llegar a potenciar, porque ya hay una muy buena base. Creo que el mayor cambio que podría producir una ley es evitar el desarraigo , más allá del fomento».

Además, hizo una valoración de la labor de los funcionarios de turno en el espectro cultural: «Recién ahora la Secretaría provincial de Cultura funciona como tiene que funcionar, la anterior fue una década de funcionarios desastrosos en este aspecto. Sobre todo, Pedro Báez, que encima tenía mayores posibilidades por tener un ministerio. Fue insólito; crear un Ministerio de Cultura para ir en contra de la cultura es algo que yo nunca vi. Además, tuvo un trato violento y con la contradicción que en ese momento desde Nación se fomentó mucho la producción audiovisual. Pero, por suerte, ahora hay una gestión que reconoce que hay que apoyar desde la raíz. Hay un paradigma que se está cambiando, estábamos al borde de la resignación».

Por último, el realizador crespense evaluó la producción provincial en el FICER: «En orden a la producción entrerriana, si bien esta es la segunda edición, ya vamos quemando muchos cartuchos así que nos hemos guardado películas para el festival que viene. Hay producciones que coincidieron con el estreno nacional como Vendrán lluvias suaves de Iván Fund, con una sensibilidad y calidad técnica altísima que nos permite competir en el concurso nacional, o Istmo de Estefanía Santiago, que es una de las gemas del festival y de Entre Ríos».

 

 

Diversidad y originalidad

Eli Digiovani, integrante de la Cámara de Productores Audiovisuales de Entre Ríos, tuvo un rol activo dentro de las capacitaciones y el mercado del FICER. En diálogo con 170 Escalones, comentó la propuesta de respaldo a la producción que esta segunda edición presenta. «Entre Ríos hace por lo menos 20 años que viene haciendo una producción audiovisual continua. Pero son polos aislados de producción que no tienen la fuerza de la unión y la organización para industrializarse. Hasta ahora, hay producciones para mostrar, pero si este festival sigue van a ser necesarios nuevas producciones. Para eso viene la sección de mercado, que en la anterior edición no estuvo. Organizado por la cámara de productores de la provincia, invito a realizadores a presentar proyectos para acceder a un premio en dinero que otorga el gobierno de Entre Ríos como incentivo para destinar a la producción. Además, el mercado ofrece capacitaciones con gente especializada en diferentes áreas en materia audiovisual. Por otro lado, el mercado también invita a proyectos regionales del centro (Santa Fe y Córdoba) y el NEA (Chaco, Misiones, Corrientes y Formosa)», explicó Digiovani.

Por otro lado, hizo una valoración de la cantidad de proyectos presentados: «Tengo que decir que me sorprendió la cantidad de proyectos entrerrianos. Llegaron casi 50, cuando yo esperaba 20. Me dio gusto encontrar diversidad y originalidad en las propuestas».

Digiovani también se expresó en relación al necesidad de que la provincia de Entre Ríos cuente con una ley de cine. «Creemos que estamos, todavía y más allá de las grandes producciones, en desventaja con respecto a otras provincias porque no tenemos ni una escuela ni una ley de cine. La ciudad acompaña porque hay otra oferta, esto es como una democratización al acceso a la cultura. Carolina Gaillard ha hecho mucho por la producción de cine de Entre Ríos. Que haya una ley asegura un fomento para las realizaciones audiovisuales que lo necesitan, y nuestra Secretaria de Turismo y Cultura está haciendo mucho para que llegue a corto plazo», expresó.

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