TEXTO FRANCO GIORDA
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En la sala virtual Puentes de Cine está disponible el Foco Directoras que incluye obras de ocho realizadoras; entre las que se encuentra la paranaense Celina Murga con su ópera prima Ana y los otros (2003). Este ciclo, al que se puede acceder de manera gratuita, está organizado por la Asociación de Directores de Cine.
La emisión de las películas comenzó el 21 de julio y se extiende hasta el 31 de este mes. Todas las producciones audiovisuales están disponibles para visionarse en el momento en que elija el espectador dentro del período de tiempo indicado.
En la página de la sala virtual, además de los enlaces a través de los cuales se reproducen los films, la mencionada organización comunica que «acompañando la solicitud de equidad de género en el cine argentino realizado por la totalidad de miembrxs de la asociación, el presente ciclo es una primera muestra de las películas dirigidas por las directoras de PCI. Una lista de recientes producciones de Maura Del Pero, Macarena García Lenzi, Valentina Llorens, Lucía Vasallo, Cecilia Kang y Alessia Chiesa, y dos obras emblemáticas de las directoras con mayor trayectoria en la industria del cine como María Victoria Menis y Celina Murga conforman la programación. Incorporando de este modo a las nuevas generaciones de mujeres cineastas al grupo de mujeres que han integrado la Asociación de Directorxs de Cine PCI desde sus inicios».
En 2018, en ocasión del cumplimiento de los 15 años de Ana y los otros, Celina Murga escribió en 170 Escalones sobre la realización de su primera película: «Presentamos (al INCAA) el proyecto de Ana y los otros a preclasificar, con la esperanza de ser aprobado, por la confianza que le teníamos a la película que queríamos hacer. Sin embargo, el comité le dio “sin interés” por unanimidad, argumentando fallas en el guion y debilidad dramática, entre otras cosas. Se acercaba el fin de año (de 2001) y con él se vino la fuerte crisis socioeconómica que asoló al país. Sin embargo, paradójicamente, para todos los que estábamos involucrados en la película se hacía imperioso, y hasta vital, poder llevar adelante un proyecto con nuestras propias manos. Frente a un país que se caía a pedazos, el hecho de estar embarcados en un proyecto era una forma de seguir sintiéndonos vivos. Así fue que decidimos seguir adelante. Estando ya en preproducción, muchos nos recomendaban que frenemos. Desde cierto ángulo racional tenían razón: parecía una locura embarcarse en una filmación en ese momento, cuando la perspectiva de futuro era algo tan incierto y producir una película era algo tan engorroso. Por ejemplo, recuerdo que durante la producción llegamos a manejar cinco monedas simultáneamente: lecops, federales, patacones, pesos y dólares. Pero, a contramano de todo, decidimos filmar la película. El rodaje fue entre enero y marzo de 2002 en las ciudades de Paraná y Victoria. Se pudo hacer gracias a que los actores (la gran mayoría entrerrianos), técnicos y muchos proveedores ofrecieron sus servicios apostando a cobrar en algún momento futuro. También fue muy importante el apoyo de la Universidad del Cine con equipamiento, el aporte de unos ahorros propios, el apoyo de mi madre, además de la muy valiosa colaboración de la Municipalidad de Paraná y del Gobierno de la Provincia de Entre Ríos».
Habiendo visto solo un corte de la película, el comité del Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI) la seleccionó para la programación de su edición de 2002. Para poder terminarla, Murga consiguió apoyo de Hubert Bals Fund del Festival de Rotterdam y también debió endeudarse. El resultado fue muy satisfactorio porque Ana y los otros tuvo gran repercusión y logró su estreno internacional en el Festival de Venecia, donde obtuvo una mención especial. Luego, continuó recorriendo varios festivales del mundo, obteniendo premios y consiguiendo estrenos en salas del exterior. Su estreno comercial en Argentina fue en 2006, luego de varias insistencias ante el INCAA para lograr su costeo.
Con el paso del tiempo la pieza cinematográfica ha logrado consolidarse y ser una referencia del cine nacional de principios del siglo XXI.
La película está protagonizada por la Camila Toker quien encarna a Ana, una joven que oriunda de Paraná que se mudó a Buenos Aires y que ha vuelto a su ciudad natal. Durante su estadía, recorre distintos sitios reconocibles de la capital entrerriana. En esos paseos, transita también un estado de ánimo en el que se conjuga la nostalgia, la pertenencia, el desarraigo y la búsqueda de un destino.
Sala Virtual
Ante la certeza de que las actividades culturales con público serán de las últimas en habilitarse en el marco de la pandemia del Covid 19, la Asociación de Directores de Cine puso en línea la sala de cine virtual. En el spot publicitario se expresa: «seguí yendo al cine con un clic». En esta propuesta se estrenan películas los jueves para las que se paga una entrada. La cartelera es renovada semanalmente tal cual los cines tradiciones. En paralelo hay charlas y ciclos gratuitos como el referido en esta nota.