FOTOGRAFÍAS CARLOS «VICENTE» VICENTÍN
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Carlos Vicentín, más conocido como Vicente, es actor, director de teatro y gestor de la sala Saltimbanquis. Sin embargo, el arte escénico no es la única vía regia para la expresión de su sensibilidad. También la fotografía, que él subraya que practica como aficionado, se ha convertido en una de sus manifestaciones. Específicamente, se dedica a hacer imágenes de la fauna de la Mesopotamia.
El vínculo con los animales no es nuevo para él: «Desde chiquito les tengo un cariño muy grande. De hecho, jugaba mucho con muñequitos que venían con forma de animales. Jugaba a cuidarlos. Era una especie de granja de rehabilitación donde yo me imaginaba que convivía con animales de todo tipo. Después perdí un poco ese contacto». De todos modos, esa relación renació a partir de algunos paseos por la naturaleza: «Con mi compañera, Jimena, nos encanta viajar a lugares naturales, bastante rústicos y, de a poquito, como ella es fotógrafa, le fui robando la cámara y empecé a sacar fotos sin pensarlo, pero se despertó en mí la pasión de la fotografía en la naturaleza que no la pude parar. Como me pasa con otras cosas, la actividad me eligió. Ahora viajo directamente a hacer fotos».
El exacto momento en que el fotógrafo y los distintos ejemplares se encuentran es descripto por Vicente del siguiente modo: «No espero que se me aparezca, sino que le saco a lo que se me va cruzando, a lo que se deja ver que no es todo lo que está» y agregó «el hacer contacto con los animales es algo maravilloso. Lo que se siente es difícil de explicar, pero siempre es muy gratificante. Por más comunes que sean, ver los animales en libertad y los comportamientos que tienen en su hábitat llena el alma».
Hay una experiencia de este tipo de encuentros que recuerda con particular vivacidad: «Por ejemplo, cuando vi un aguará popé en Corrientes. Ese día me habían dicho que habían visto un aguará guazú en el camino. Entonces, mi idea era poder ir a la madrugada para sacarle fotos, pero no lo encontré. Me había levantado a las cuatro de la mañana. No vi al aguará guazú pero sí al aguará popé. Me lo encontré en una laguna, estaba comiendo. Estuve con él, media hora. Le saqué fotos, lo filmé. Para mí fue un encuentro muy interesante. Él me miraba, mientras yo le sacaba fotos. Siguió con su actividad todo el tiempo hasta que se fue. Para mí fue una de las mejores experiencias. Siento que algunos animales te regalan fotos porque vienen, se posan, están cerca tuyo, y te regalan ese momento».
En cuanto a los lugares elegidos para hacer las imágenes, Vicente señaló: «donde mejor saco fotos es en parques nacionales y reservas porque las especies están más acostumbradas a la visita de personas. El hecho de que estén protegidos hace que los animales vivan con mayor tranquilidad. Me guío a partir de otros fotógrafos que visitan tal o cual lugar. Hay muchas páginas donde se comparte información. Hay lugares a los que voy a ver qué pasa. De a poquito voy conociendo espacios y paisajes y la distribución de las especies».
Hacer visible la vida en la naturaleza es muy importante para Vicente porque, en general, «conocemos muy poco y les estamos haciendo mucho daño a las especies. Justamente, se ha hecho visible la cuestión de los carpinchos. Estamos siendo muy invasivos. Nos estamos expandiendo por todos lados dejando muy poco lugar para que la naturaleza siga con su vida habitual. Es muy importante conocer y preservar los ambientes porque nosotros también somos parte. Lo que pasa es que no nos percibimos como tales y es un grave error porque todas las especies son indispensables. Por lo tanto, no hay que combatirla, no hay que alterarla. Es muy grave lo que está sucediendo. En Paraná se ve con más frecuencia la llegada de caranchos, de picabuey y de muchas otras especies que están viniéndose a la ciudad porque le estamos achicando sus espacios habituales».
Vicente hace las fotos con una cámara Nikon D 3100 con una lente de Sigma 18/250: «No es la ideal porque la compramos para sacar fotos en la sala, pero con esa me fui enganchando. La idea es, con el tiempo, pasar a un equipo más óptimo para este tipo de actividad. Estuve un año sacando con esa cámara, después vino la pandemia y la malaria. Así que cuando la situación esté un poco más aliviada pasaremos a un equipo más adecuado a la actividad que hago».
Finalmente, Vicente aportó referencias sobre algunas de las instantáneas y los lugares donde fueron captadas: la liebre es de Villa Urquiza, el jote cabeza roja y la ardilla de Misiones, el osito lavador y el ciervo es en Iberá; el peludo y el tingazú en Corrientes. Todo el resto es de la provincia de Entre Ríos.
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