TEXTO FRANCO GIORDA
FOTOGRAFÍAS LUXEMBURGUESES EN LA ARGENTINA / ILUSTRACIÓN MANUEL SIRI
Las indagaciones de una familia paranaense sobre sus antepasados en el viejo continente, en vistas a gestionar su ciudadanía europea, terminaron convirtiéndose en un libro que cuenta la historia de la inmigración de los luxemburgueses en Argentina. Al iniciar su trámite, la familia Fischbach dio, por casualidad, con Tom Diederich, un archivista de Luxemburgo, muy comprometido con su trabajo y que habla castellano. Entonces, a partir de la búsqueda de información y de una fluida comunicación se abrió un mundo, poco explorado hasta el momento, sobre las corrientes migratorias que partieron desde Luxemburgo y llegaron a Argentina en diferentes momentos del siglo XIX.
Los documentos oficiales, cartas, diarios y libros consultados para la gestión particular se terminaron convirtiendo en material valioso para el libro Luxemburgueses en Argentina. Historia de una migración que se presentará este viernes 24 de septiembre desde las 20:30 en la Casa de la Cultura (Carbó y 9 de Julio). El trabajo fue escrito por el periodista y docente Pablo Russo, justamente a partir de la investigación del mencionado Diederich, integrante del staff del Archivo Nacional de Luxemburgo y miembro de la Asociación de Historia de Vianden y de la Asociación de la Historia Viva Milites Viennenses. El prólogo es obra por Héctor Fischbach, director de la Asociación Argentina Luxemburguesa (AAL), entidad conformada a partir de esta pesquisa histórica. «El libro es una herramienta fundamental y esencial para el propio conocimiento de los descendientes de los luxemburgueses en la Argentina, para relacionarnos con el pueblo luxemburgués y para la historia y la cultura de nuestro pueblo argentino. La historia de los descendientes de los luxemburgueses en la Argentina no era conocida, y este libro nos brinda la posibilidad de reencontrarnos con nuestras raíces a través de un conocimiento basado en una investigación sumamente profunda».
La obra narra las vicisitudes de los migrantes luxemburgueses que llegaron al país en dos oleadas identificables. Una primera experiencia de 1856 que arribó a lo que en la actualidad es la ciudad de Esperanza y una segunda que llegó en 1889 a San Antonio de Iraola, en la localidad de Benito Juárez, provincia de Buenos Aires.
En el primer caso, las personas migrantes asumieron la aventura de atravesar el Atlántico en un barco a velas, auspiciadas por el gobierno santafesino. En la actualidad, sus descendientes viven y trabajan en esa pujante región.
El proyecto bonaerense, llevado adelante más de 30 años después, consistió en una colonia agrícola constituida a partir de acuerdos entre privados y en el que tuvo especial injerencia la iglesia católica. La iniciativa finalmente naufragó dado que el contrato de alquiler que vinculaba a los colonos con el estanciero, propietario de las tierras a trabajar, resultó sumamente desfavorable para los inmigrantes. A esto se sumaron malas cosechas que condujeron al fracaso de la colonia. La consecuencia fue una diáspora. De todos modos, un grupo de esos colonos se reorganizó para instalarse, esta vez con mejor suerte, en Colonia Yeruá, Entre Ríos. Allí prosperaron en las tierras que el Estado argentino les asignó en propiedad y que fueron pagadas según las cuotas establecidas.
Inicio
El archivista Tom Diederich se refirió el inicio de la exploración: «Un jueves por la mañana se plantaron Héctor, Verónica y Graciela Fischbach en el Gran Archivo de Luxemburo y me preguntaron sobre algo no tan común: buscaban datos de una persona que había emigrado hacia la Argentina» y agregó «busqué todos los artículos relacionados con eso y di con las publicaciones de Jean-Nikolas Schwebag y de Nicolás Kerschen. En la máquina de búsqueda de la Biblioteca Nacional de Luxemburgo comencé a encontrar cantidades de periódicos de fines del siglo XIX que referían a San Antonio», la localidad a la que arribó el contingente de 1889.
«Comencé a leer periódicos por días, casi enteros. Me di cuenta cuáles eran las secciones en las que podía haber información sobre la Argentina y me limité a indagar allí: encontré cada vez más» describió Tom. «Cuando analizás y ordenás cronológicamente, con solo leer los artículos, llegás a la historia en sí» afirmó. Esto bastó para que comience la tarea de traducción de los documentos originales desde el alemán al castellano lo que finalmente derivó en la flamante publicación editorial de la Asociación Argentina Luxemburguesa. Un dato para destacar es que las cartas de los migrantes eran publicadas en los periódicos de la época.
Diederich inició sus primeras búsquedas en 2017, aunque se dedicó al trabajo de manera sistemática a partir de 2019. Así fue que recopiló y tradujo el material original que aporta el libro. Particularmente, la historia de San Antonio que se reconstruye a través del corpus de correspondencia y diarios que conformó. «Este libro es una manera de asumir, desde Luxemburgo, que no solamente existe la emigración hacia los Estados Unidos de América», reflexionó Tom.
En Argentina, la indagación sobre la historia de la colonia de San Antonio y de la inmigración luxemburguesa fue más dificultosa dado que no existe información ordenada al respecto, sino que la historia debió reconstruirse a partir de archivos dispersos, algunos escritos oficiales y recuerdos orales transmitidos de una generación a otra, así como imágenes y fotografías.
De este modo, «entre los archivos de Luxemburgo y algunas pistas en la Argentina, se fue reconstruyendo la trama de esta historia de migrantes, de la que seguramente se encontrarán más datos y pormenores en el futuro, pero cuyas líneas centrales, pretendemos, quedan planteadas en estas páginas» se lee en la parte introductoria de la obra.
Contexto
La migración es explicada a partir de la situación económica y social que da marco al fenómeno. Pablo Russo recupera, a partir de la lectura de varios historiadores, los antecedentes y las estructuras tanto europeas como americanas que dieron como resultado las corrientes migratorias. Esta descripción de las condiciones vinculadas a crisis, guerras, situaciones políticas y religiosas dio lugar al desarrollo del caso particular de los luxemburgueses que tuvieron como destino principalmente a Estados Unidos, pero también Guatemala, Brasil y Argentina. Un dato de ese trabajo es que llegaron al país entre 800 y mil luxemburgueses entre 1888 y 1890 (hay periódicos de la época que aventuran el doble de personas). A su vez, se explican acontecimientos de la historia argentina como la Revolución de 1890 y sus consecuencias desde la perspectiva que interesa a la historia de los migrantes.
Trabajo conjunto
Diederich y Russo llevaron adelante una tarea colaborativa en la que se dedicaron a contrastar información, averiguar sobre las incongruencias y buscar en los agujeros que iban apareciendo en los relatos. «En todo el proceso tuvimos un ida y vuelta con Tom, así como con algunos referentes de la AAL que iban despejando dudas y apuntalando el proceso» dijo Pablo en relación al proceso de producción. Así, el ordenamiento, la jerarquización y la reflexión de los archivos crudos se convirtió en un libro que aporta una impronta sustancial a la historia de las migraciones.
Luxemburgueses en la Argentina fue redactado en castellano y será traducido al alemán para su distribución en Luxemburgo y en los países integrantes de la Unión Europea. Además del escritor argentino y el investigador europeo, el equipo editorial se completa con Manuel Siri en el diseño, arte de tapa e ilustraciones y con Paola Calabretta en las correcciones.
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