El lamentable paisaje se observa -nuevamente- por estos días desde la costa entrerriana, con el fuego en las islas y el humo en el aire, siguiendo los caprichos del viento. El plano general da cuenta de los hechos pero no de sus detalles más dolorosos: la flora quemada y la fauna autóctona incinerada en el hábitat del humedal.
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