Historia dialogada

TEXTO FRANCO GIORDA

 

 

Sergio Elizar es concejal de Paraná y secretario general de la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA), seccional Entre Ríos. Tiene una amplia trayectoria en el gremialismo y en la dirigencia política. Su formación de base es la de profesor de Historia, vocación esta que lo ha acompañado a lo largo de su vida y su militancia. En este sentido, en su perfil de la página del Concejo Deliberante, se lee: «Mi vocación de docente es algo que siempre llevo conmigo; comencé mi carrera como docente en la Escuela Nº 146 “Bases”, de Estación Parera. Ejercí la docencia en las escuelas Juan Manuel de Rosas, López Jordán y el Instituto Cristo Redentor, entre otras, y también di clases en la UTN Regional Paraná. Siempre conservo recuerdos muy lindos en el aula y me siento honrado cuando algún exalumno o exalumna me llama cariñosamente “profe”».

Actualmente, esa disposición por divulgar el pasado ha encontrado un nuevo canal acorde a los soportes disponibles en el presente. Se trata de la iniciativa comunicacional Historizados, mates con historia un programa de entrevistas disponible en youtube. La propuesta comenzó hacia finales de junio último y, hasta el momento, Elizar ha dialogado con la presidenta del Instituto Federal Artigas, Sara Liponezky de Amavet; con la técnica en turismo e influencer, Cecilia Jacob, que se volvió viral al compartir en las redes datos históricos de la capital de Entre Ríos; y con el decano de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Uader, Daniel Richar, con quien se enfocó en la tradición de la educación pública vinculada a la Escuela Normal.

Ante esta novedad en el ámbito de la divulgación histórica, 170 Escalones le propuso a Sergio un intercambio de preguntas y respuestas vinculadas a este proyecto, y también a cuestiones contemporáneas referidas a la educación y a formas de comunicar y de significar la historia.

 

¿Cómo surgió la idea de hacer un programa de Historia en youtube?

Desde muy joven me apasiona la historia y la divulgación de la misma, eso determinó mi formación educativa y mi vida, mis convicciones y actividad política. Eso sumado a la enorme riqueza que nuestra provincia y ciudad tienen en cuanto a su patrimonio histórico y el trabajo que permanentemente sostenemos con actores académicos y culturales siempre me mantuvo entusiasmado para continuar difundiendo y visibilizando ese acervo. Además, me gusta trabajar con jóvenes de distintos ámbitos y así me introduje a los podcasts y contenidos de redes. En esa conjunción decidimos generar este espacio, como aporte y quizás como una forma de poder continuar con la docencia de otra manera y con un nuevo formato. Así surgió Historizados.

 

 

¿Qué temas o debates históricos son los que te interesan tratar?

La idea primaria es mostrar las huellas del pasado, de Paraná y de nuestra provincia; huellas que han reflejado precisamente a hombres y mujeres de nuestra historia, edificios, lugares, calles, poemas, la literatura; todo lo que el hombre con la belleza de la condición humana y muchas veces con lo contrario de la belleza, con lo malo de la condición humana, fueron dejando. Lo que intentamos es no solamente mostrar el dato anecdótico y de color de un determinado lugar donde vivió tal personaje, sino mostrarlo, pero también contextualizarlo en el momento histórico en que ese hecho y esa huella fue dejada. En esa línea, por ejemplo, me interesa señalar el lugar donde se alojaba en la ciudad de Paraná -en los tiempos de la Confederación- José Hernández, cuando todavía no había escrito el Martín Fierro, esa especie de Biblia gaucha, Biblia de la nacionalidad argentina. Entonces pensar que José Hernández habitaba en la ciudad de Paraná, y que en ese marco se sumó al Movimiento Federal Jordanista y al Levantamiento de López Jordán en 1870 y que luego se exilió en el Uruguay. Sin duda, en esos tiempos empezó a soñar y a pergeñar lo que fue su primer libro el Martín Fierro. Por eso, creo que hay mucha riqueza al no solamente marcar y señalar y mostrar las huellas que se fueron dejando, sino también mostrar el clima de época y el momento histórico y el contexto en el cual se desarrollaron estos grandes hechos.

 

¿Qué devoluciones has tenido por Historizados?

Las devoluciones han superado nuestras expectativas. Al emprender algo nuevo no sabíamos bien qué recepción iba a tener esta propuesta, pero realmente estamos contentos. Esto nos ha posibilitado vincularnos y conocernos con muchas personas que sugieren y aportan ideas, agregan datos y también nos ha permitido encontrarnos y seguir trabajando con actores del campo. Es cómo que se va afianzando un ida y vuelta, una participación que nos enriquece. Incluso nos sorprende cuando en la calle y en distintas actividades -conocidos y otros que no lo son- nos hacen comentarios del contenido.

 

 

Imaginando un poco… ¿a qué personaje de la historia te gustaría entrevistar?

Me hubiese gustado entrevistar a Manuel Belgrano, uno de los grandes personajes a quien admiro profundamente; una persona brillante, guerrero de la independencia, abogado convertido en soldado y general de los ejércitos patriotas. Fue un hombre que termina dando todo por la Patria. Belgrano además fue uno de los hombres más claros en términos intelectuales que pudo conjugar sus ideales y sus convicciones -tan difícil, más aún en estos tiempos- llevando a la práctica esto hasta dar la vida, porque muere en la mayor de las pobrezas, pero quedó en el reconocimiento de la historia. Durante mucho tiempo fue silenciado pero gracias a la tarea del revisionismo histórico hoy se valora como corresponde. Otra cosa por la que elijo a Belgrano es que este ciclo está relacionado con la historia de Paraná y con la historia entrerriana; entonces, Belgrano sería pertinente porque pasó por la ciudad de Paraná y hay testimonios. Fue camino a las barrancas de Rosario donde elevó por primera vez la bandera azul y blanca, celeste y blanca, bajo la consigna de la independencia nacional, la soberanía y el nacimiento de una nueva nación. Me hubiese gustado que me cuente cuál era su proyecto, qué pensaba de esa nación que acababa de parirse al calor del fuego de la revolución.

 

¿Qué pensás de la Historia que se desarrolla en el sistema formal de educación?

En el sistema formal, desde la primaria para comenzar, la didáctica de la historia se termina dando como un formato de efeméride, digamos. Yo creo que hay que desarrollar más la historia desde las ciencias sociales, no con un sentido de efemérides. Se debe fomentar una perspectiva crítica, creo que es un error seguir dándola como una sucesión de un relato sucesivo de efemérides, sin problematizar las, sin dar una visión integradora. Tenemos el desafío de construir otro método para presentar los contenidos. Yo creo que la historia es interpretación de los hechos, entonces, si la historia es interpretación de los hechos, la enseñanza de la historia tiene que ser con características plurales. Por eso, la enseñanza de la historia es una enseñanza política. Más aún si entendemos que la historia es una disputa de los distintos actores y grupos en defensa de sus propios intereses, más en un sistema capitalista como el nuestro. Así, entonces, la narrativa histórica hegemónica no es más que una relación de poder. La enseñanza oficial expresada en los textos está expresando determinada relación de poder e intereses, que reflejan la supremacía de determinados grupos y actores sobre otros. Por eso, una educación, una enseñanza de la historia democrática debe expresar no solamente los intereses de la historiografía dominante, sino las distintas expresiones. En ese sentido, el docente tiene que construir una narrativa plural que dé lugar a las distintas interpretaciones y posiciones en el campo de la historiografía. Así, entonces, el estudiante tiene una perspectiva plural de la historia. Esta forma de enseñanza también tiene que ver con una perspectiva política de la enseñanza, de la educación. Por eso es que hay una permanente disputa para quedarse con la memoria de la historia. Quienes se apropian de la memoria de los pueblos, construyen un relato afín a sus propios intereses.

 

 

Finalmente, ¿para qué sirve la Historia?

La historia es la memoria de los pueblos. Sin la historia, es como si todos los días tuvieras que empezar de nuevo. Es como si un día perdieras la memoria y tendrías que enfrentarte día a día, aprender todo de nuevo en la medida que no tenés pasado. La historia es una interpretación subjetiva desde el recorte que se hace de los hechos fácticos, enmarcados desde una subjetividad propia de hombres y mujeres hacedores y testigos de la historia. Eso la hace también una construcción colectiva a partir de la libertad humana condicionada por los contextos históricos, del clima de época, de su tiempo. A la historia hay que hacerle preguntas y en ella hay que buscar respuestas. En un tiempo vertiginoso, efímero, la historia se vuelve la construcción de relatos colectivos frente a un hiperindividualismo que caracteriza la era digital. Soy de los que piensan que hay que rescatar el espíritu colectivo de la historia. Otra cosa interesante de la historia es que permite ser contemplativos de las pasiones humanas, cómo influyen en las decisiones, en el presente y en el futuro. Además, la historia no debe limitarse solo a los grandes hechos, los grandes protagonistas, es necesario rescatar la historia sencilla de hombres y mujeres que construyen el día a día. Todo es historia y me parece que es importante rescatar esas voces. Yo creo que es lo que le sirve a la gente para darle sentido a su presente y una perspectiva de futuro para un horizonte más totalizador, para un sentido de trascendencia. Hay un cineasta argentino, (Carlos) Sorín, que tiene una película que se llama Historias mínimas y me parece que desde esas historias mínimas de hombres y mujeres de todos los días se construyen las grandes historias, que es la historia que atraviesa al colectivo social. La historia, en definitiva, la construyen los pueblos; hombres y mujeres que todos los días se levantan, trabajan, viven, sienten, se apasionan. Y desde esas historias mínimas que hacen, se genera la historia grande. Por eso me gusta pensar que hay que auscultar en lo de abajo. Ahí están los verdaderos latidos. Y si lo sabemos auscultar, sabemos tener oídos para eso, vamos a descubrir cómo eso le da forma a los grandes hombres y mujeres que logran sintetizar una época, el sentido de una época.

 

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