TEXTO Y FOTOGRAFÍAS PABLO RUSSO
La Ventana. De la intuición a la gestión cultural es un rescate histórico, una reconstrucción posible de una experiencia paranaense de los comienzos democráticos que hoy puede ser vista con los anteojos del tiempo y de la profesionalización de la gestión cultural. Un libro fundamental para vincular acciones de la prehistoria de este campo, tanto en la práctica como en la teoría, con su desarrollo contemporáneo en esta geografía.
Sus autores son Gerardo Dayub y Lucrecia Pérez Campos, quienes concretaron la edición en junio de 2025, luego de un proceso que tuvo un punto álgido en septiembre de 2021 cuando reunieron a parte de los y las protagonistas de aquella época en una ronda de conversaciones que son la base de los testimonios publicados. La Ventana se presentará el viernes 12 de septiembre a las 19:30 en el Auditorio Rodolfo Walsh de la Facultad de Ciencias de la Educación (Buenos Aires 389). Invita la Tecnicatura en Gestión Cultural de la FCEDU-UNER.
La obra cuenta con diseño gráfico de Fortunato Galizzi y el apoyo del Fondo Económico de Incentivo a la Cultura, las Artes y la Ciencia (FEICAC) convocatoria 2024 de la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Paraná. Incluye fotografías de Sergio Otero, Sandra Farías, Claudio Osán, Marisa Saposnik, Mariana Arbuet, Laura Dayub y Lucrecia Pérez Campos. Las voces recopiladas son las de actores, músicos, comunicadores y gestores que retoman aquella incipiente experiencia de gran despliegue intuitivo en el que llevaban a la práctica lo que hoy son probadas metodologías de gestión. Además, Dayub y Pérez Campos juegan el doble rol de partícipes que reflexionan e hilvanan aquella práctica.
En sus páginas, se repasan los hechos que dieron inicio, desarrollo y disolución a lo que fue la Agrupación Cultural La Ventana, la experiencia territorial de trabajo sociocultural La Ventanita en el barrio Belgrano, y el Grupo Teatral La Ventana. Todo esto entre 1984 y los inicios de la década neoliberal.
¿Qué fue la Agrupación Cultural La Ventana? ¿Por qué recuperar esta experiencia? ¿Por qué ser parte de una agrupación cultural?, son algunas de las preguntas que guían el relato, en el que el contexto histórico y territorial (recuperación democrática, inestabilidad política institucional, poca actividad cultural local, necesidad de construcción colectiva) dan cuenta de cómo fueron las bases de la organización y el trabajo en equipo de aquellos -entonces- jóvenes soñadores.
El accionar fundacional se dio en torno a la gestión integral de funciones teatrales, musicales y audiovisuales. De ahí se desprende el trabajo barrial desde una perspectiva de militancia cultural y el desarrollo de un elenco teatral propio, con sus discusiones internas acorde a las subjetividades y derivas de sus integrantes (básicamente entre la profesionalización y el trabajo en espacios no convencionales).
El libro busca respuestas respecto a qué tipo de institución fue La Ventana, su sentido de pertenencia, su modo de financiamiento, su vínculo con la gestión municipal de entonces (Humberto Varisco, con Jorge Gito Petersen como Director de Cultura y Educación Municipal) y subraya la importancia de la difusión y la comunicación de las actividades que llevaba a cabo en tiempos analógicos de papel impreso y radios AM. En este último sentido, se rescata la buena disposición del jefe de redacción de El Diario, Guillermo Alfieri, respecto a la grupalidad cultural.
Las creaciones colectivas y horizontales del Grupo La Ventana encontraron su final en un proceso que es descripto por la dupla autoral como complejo y de varias aristas: el equipo, que se fue renovando, los liderazgos (o falta de ellos), la organización-institucionalización, los tiempos de sus integrantes, sus crecimientos individuales y el desgaste lógico de las dinámicas de trabajo. Además, los cambios políticos que se avecinaban. La Ventana dejó de existir como agrupación, pero gran parte de sus integrantes continuaron las actividades llevando ese aprendizaje fundante en sus recorridos particulares. «Si el mejor activo de una agrupación son las personas y su comunicación interna –el factor humano-, también es el más vulnerable con el paso del tiempo, ya que de la organización depende la gestión y su continuidad», expresan Dayub y Pérez Campos.
La Ventana. De la intuición a la gestión cultural tiene 160 páginas, un tamaño de 23×21 centímetros y una tirada inicial de 200 ejemplares impresos en Acosta Hnos. de la ciudad de Santa Fe. El libro está dedicado a los ventaneros y ventaneras protagonistas y a la querida memoria de Silvina Rosa, Gustavo Vaccalluzzo, Lulo Aguilar y Claudia Zaragoza.