TEXTO FRANCO GIORDA
FOTOS PABLO RUSSO
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No hay hecho más importante que la conquista de la libertad. Cuando algo semejante ocurre, suele ser incluido en la historia de los pueblos. Ayer, una masiva manifestación feminista se inscribió entre esos sucesos memorables donde la humanidad se dignifica a sí misma con el logro de nuevos derechos e igualdad.
Los pañuelos verdes, símbolo del aborto legal, se desplegaron en todo el país y tuvieron su mayor concentración frente al Congreso de la Nación donde los diputados dieron, hoy por la mañana, media sanción a la ley que legaliza la interrupción del embarazo. El proyecto tiene el objetivo de garantizar a las mujeres la posibilidad de decidir sobre sus propios cuerpos y, también, de ser atendidas en el sistema de salud si su voluntad es no continuar con una gestación.
Antes de conocerse el resultado de la votación, la efervescencia revolucionaria permitió afirmar a las participantes que el triunfo ya se había consumado más allá de la cantidad de legisladores que levantaron la mano. «Ya ganamos, instalamos el debate del aborto en Argentina y todo el mundo nos está mirando», dijo a 170 Escalones Jorgelina Londero, integrante de la Asamblea de mujeres, lesbianas, travestis y trans.
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Así como en otras ciudades, en la capital entrerriana el verde inundó la plaza principal. Cientos de pañuelos de ese color se vieron en los cuellos, en las mochilas o en las muñecas. También hubo rostros y pelos pintados para exigir la autonomía de las mujeres. La mayoría de la concurrencia era gente muy joven. «El movimiento de estudiantes secundarios, en este momento, es la parte más fuerte. Sobre todo en Buenos Aires con las tomas que han realizado durante la vigilia», aseguró Londero.
Las frías horas de la tarde transcurrieron entre expresiones musicales, danzas, discursos y cánticos. Las bajas temperaturas se combatieron con calor humano y mates que circulaban entre grupos de mujeres y varones. Algunos también bailaban y coreaban canciones con consignas feministas. Al mismo tiempo, se enarbolaron cartulinas con textos a favor de la libertad de las mujeres.
«El miedo cambió de bando. Hemos estado en esta plaza y en estas calles durante mucho tiempo. Ahora tienen miedo (los que se oponen a la independencia de las mujeres) porque si nuestro cuerpo se libera por ley vamos a ir por todas las otras libertades que el capital y el patriarcado nos han quitado», dijo Londero en otro pasaje del diálogo con este medio.
En las alocuciones de la manifestación se exigió justicia social y políticas de salud pública. «Hay una marea verde que comparte información. Eso es lo más valioso que tenemos. Nos contamos las cosas. Confiamos en unes y otres. Nos acompañamos. Esa empatía y esa sororidad hace posible construir políticamente algo diferente. Es lo que nos ha traído a esta plaza», se pronunció desde las escalinatas del mástil donde se instaló el centro del acto.
En este marco, hubo un reconocimiento especial para las feministas de larga trayectoria que desde hace décadas combaten el patriarcado. En otro momento, se dijo que «queremos espacios libres de violencia. Nunca más vamos a estar codo a codo con personas que hayan violentado a nuestres compañeres. Bánquensela».
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Londero también dijo que «el frío no para a esta marea revolucionaria que ha llegado a este día histórico. Hay cosas que están sucediendo que no se pueden creer. Entregamos 400 pañuelos verdes en media hora. No es una remera del Che que hoy no tiene ninguna significación. Lo piden porque saben lo que está pasando en el Congreso de la Nación. Vieron a nuestras compañeras defendiendo nuestros derechos. Escucharon los delirios de las personas antiderechos».
El palco estaba enmarcado por una gran bandera con la inscripción «Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Provincia de Entre Ríos». Desde allí, quienes encabezaban la reunión enfrentaban el frío con frases como «¡Vamos a mover las cuerpas!». Durante la reunión tocaron los tambores Las Dragonas y se proyectó en vivo la intervención de los diputados que están a favor de la despenalización. Por su parte, el grupo Danza Combate también realizó una enérgica presentación que estuvo rodeada de un grueso círculo de gente.
Pasadas las 20, se conformó una nutrida columna que marchó por la peatonal. La hilera recorrió, a paso acelerado, cuatro cuadras hasta la esquina de San Martín y Colón. En el trayecto se cantó, se bailó y se prendieron bengalas de humo verde que tiñeron la noche. En el punto de llegada se concentraron varios cientos de personas para seguir con los discursos, los cánticos y los saltos. En el multiespacio Shine, ubicado en ese lugar, se preparaba un guiso «feminista y popular» para pasar las largas horas nocturnas y esperar el resultado de la votación que se concretó hoy.
Este día crucial estuvo precedido por años de resistencia. Las condiciones generadas por la autoconciencia de las mujeres han llevado a que la historia humana tenga otro día para anotar en el calendario de la liberación.
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