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Un corazón roto y endiablado se reproduce bajo el formato del esténcil en algunas superficies urbanas de Paraná. El registro corresponde a una casilla ubicada en calle Tucumán, entre Méjico y Tejeiro Martínez. La plantilla fue utilizada con dos colores: rojo (vinculado a las representaciones del infierno) y verde oscuro (relacionado, posiblemente, con la nostalgia correspondiente a un corazón herido). Esta dialéctica de la pasión queda, así, sintetizada en la forma y en las tonalidades elegidas para dejar una marca en el espacio público. De este modo, un estado de ánimo particular se convierte en una manifestación pública.

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