TEXTO FRANCO GIORDA
IMAGEN PIFF
.
.
Varias señales indican que la cinefilia ha tomado un nuevo impulso en Paraná. Si bien todavía está lejos el panorama que se observa en otras ciudades donde hay un mayor desarrollo de películas y público, los encuentros en torno a las pantallas grandes se han intensificado en la capital entrerriana. A la tarea constante y de larga data de los cineclubes, este año se han sumado importantes sucesos vinculados a la cinematografía. En octubre, tuvo lugar el FICER, organizado por el Estado provincial, que contó con una masiva afluencia de público y la posibilidad de ver producciones de realizadores de Entre Ríos, Francia y Suiza. En este marco, a su vez, la comunidad de realizadores renovó la discusión en torno a una ley que motorice la producción y exhibición de las elaboraciones audiovisuales.
A esto se suman diferentes muestras de cine organizadas desde distintos sectores en las que se ponen a disposición filmes relacionados al medioambiente, la cultura cannábica o las cuestiones de género, entre otras temáticas. La variedad de las propuestas testifican la riqueza de inquietudes y estéticas.
El año va a cerrar con el Paraná Internacional Film Festival (PIFF), llevado adelante de manera autogestiva por el grupo Transmedia, el Taller de producción audiovisual de la Biblioteca Pedro Lemebel y el Centro de investigación en cine y videoarte experimental (CICVE).
Los organizadores han afirmado que se inscribieron cientos de películas de todo el mundo para participar de la competencia. Esta demanda es un indicador de la necesidad que existe por parte de los directores de dar a conocer sus obras. Justamente, la llegada al público es una de las dificultades centrales que existen en la industria.
El PIFF tendrá como sedes principales el Instituto Audiovisual de Entre Ríos (IAER), Gregoria Matorras de San Martín 880, y el Centro Cultural Juan L Ortiz, Racedo 250. También habrá proyecciones en el anfiteatro Linares Cardozo del barrio San Agustín, el polideportivo del AATRA, la plazoleta de Puerto Viejo, la biblioteca Pedro Lemebel de El Sol, la plaza Mujeres Entrerrianas y el Auditorio de UPCN. Cada una de estas reuniones es coordinada por organizaciones sociales y barriales. Que se proyecte cine en lugares no habituales señala un esfuerzo por diversificar las experiencias culturales y formar espectadores que reciban activamente narraciones audiovisuales por fuera de canales más corrientes.
Las funciones comienzan este miércoles 5 y concluyen el 12 de diciembre, con acceso libre y gratuito. En todas las sedes habrá servicio de cantina e incluso se montará un patio gastronómico en las instalaciones del IAER con ofertas de comida regional, helados y cerveza artesanal.
La programación se puede consultar en las páginas que el PIFF tiene en las diferentes redes sociales. Uno de los anuncios destacados es la realización del Foro Cinematográfico con la participación de ocho panelistas, el domingo 9 a las 17 en el Juan L Ortiz. En la misma sede también tendrá lugar el martes 11 a las 18 el taller de producción audiovisual a cargo de Conrado Senn del Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales de Santa Fe (ISCAA).
Entre las exhibiciones por fuera del concurso, se encuentra el documental Blackie, una vida en blanco y negro del realizador concordiense Alberto Ponce, que narra la vida de Paloma Efrón, productora de radio, cine y televisión nacida en Basavilbaso. La función será el sábado 8 de diciembre a las 21 en el IAER.
En diálogo con 170 Escalones, Esteban Amatti, uno de los impulsores, señaló que «acá lo más importante es que las producciones del mundo entero se van a someter al criterio de un jurado idóneo de nuestra ciudad. Lo otro importante es que las películas se vean y se escuchen bien».
Con distintos grados de estructura, desarrollo, presupuesto y experiencia, existen en Paraná diferentes expresiones reunidas en torno a una pantalla. La consolidación de estas propuestas compartidas dependerá de la constancia, compromiso y calidad que alcancen los actores y niveles involucrados.
.
.