Sergio, gestor de lo colectivo

TEXTO 1era Cohorte TECNICATURA GESTIÓN CULTURAL FCEDU

FOTOGRAFÍAS FLORIANA LAZZANEO Y FCEDU

 

 

El gestor cultural Sergio Otero, de 39 años, oriundo de Paraná, perdió la vida en la mañana del lunes 24 de noviembre en un accidente de tránsito. Sus compañeros y compañeras de la primera cohorte de la Tecnicatura en Gestión Cultural de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER lo recuerdan y despiden en este sentido texto que reproducimos a continuación, en el que destacan su mirada crítica, tierna y apasionada en los debates, proyectos y trayectos compartidos. Sergio participó de la formación del Colectivo de Industrias Musicales Autogestionadas (CIMA), de Vulcanícola, del espacio Archicofradía, de la Cooperativa Cultural Antílope, del Centro Experimental de Fotografía de Entre Ríos y fue integrante de la Asamblea por el Derecho a la Cultura, entre muchas otras iniciativas.

Su velatorio se desarrolla en la Sala Suite de Lamperti, en calle Echagüe 727, desde las 22 del lunes 24 de noviembre hasta las 11 del martes 25. Sus restos serán inhumados en el Cementerio Parque de La Paz en San Benito a las 12:15.

Iniciamos nuestro recorrido compartido por la facultad en 2016, en un tiempo profundo y movilizador para el mundo de la cultura. Fue el nacimiento de la primera cohorte de Gestión Cultural en la UNER, y allí estuvimos: los inquietos de siempre, los que sentíamos la necesidad de abrazar la academia, de encontrar un marco teórico que sostuviera esa pulsión vital por gestionar, transformar y defender la cultura.

Entre nosotros estaba Sergio. Y Sergio no era uno más.

 

 

Era de esos que primero ponían en crisis la idea, que la interrogaban, la sacudían, la incomodaban… y recién después decidían si merecía ser sostenida. A veces no era fácil caminar al lado de alguien así, pero ¿no es ese el verdadero motor del crecimiento? El debate, la tensión, el pensamiento crítico, la construcción entre pares. Sergio nos enseñó, incluso sin proponérselo.

Compañero de luchas, de pasillos, de mates y discusiones infinitas, nunca le faltaron el humor ni ese profundo sentido de justicia que hacía de su accionar algo colectivo, comprometido y honesto. Diligente en cada proceso grupal, fue —y será— recordado como un pilar de la construcción compartida de los hacedores culturales de la ciudad.

Perseverante como pocos. Insistidor, peleador cuando hacía falta, discutidor apasionado y, sí, a veces rezongón… pero siempre presente y comprometido con el «nosotros».

Ese Sergio que conocimos será para siempre socio de nuestros logros, parte viva de cada conquista de quienes compartimos con él este camino. Somos esos compañeros que hoy lo despiden con un nudo en la garganta y las manos temblorosas, intentando escribir entre la emoción y la ausencia.

Te fuiste, Sergio, pero dejás un surco fértil. Un rastro profundo que honra tu paso como gestor, como compañero, como caminante consciente de tu tiempo. Seremos guardianes de tu memoria, de tu mirada crítica, de tu fuerza y tu ternura, hasta que todo sea como lo soñamos.

Con amor y respeto, tus compañeros de la primera cohorte de Gestión Cultural — UNER

Hasta siempre.

 

 

 

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