TEXTO: FRANCO GIORDA
FOTOGRAFÍAS: EL ZÓCALO CONTENIDOS
¤ Especial FICER ¤
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Entre Ríos y bemoles es una serie dedicada a la música y a conocer qué piensan los músicos sobre cuestiones de fondo. Sus realizadores son Ignacio Grümbaun, Damián Malatesta y Samuel Wetzel. Estuvieron encargados de la dirección, el primero; de la producción, el segundo; y de la técnica y el sonido, el tercero. Ellos prefieren no identificar los roles de una manera tajante porque, según explican, fue un trabajo en equipo en el que todos hicieron un poco de todo. Resuelven la cuestión formal diciendo que cada uno fue el responsable de un área específica.
El primero de los 10 microprogramas que conforman la producción será estrenado en el 1.er Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER) el sábado 20 de octubre a las 17 en el Centro Provincial de Convenciones. Sus realizadores estarán allí para presentar ante el público su trabajo.
La producción comenzó en 2015 luego de que el proyecto aplicara para el Fondo de Fomento Concursable de Comunicación Audiovisual (Fomeca) de lo que, en ese momento, era la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca). El enfoque fue hecho sobre ocho agrupaciones musicales de Paraná. La decisión tuvo que ver con límites presupuestarios. Quedará para una posible segunda tira abarcar más artistas de otra franja del territorio provincial.
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«La idea de que el nombre sea Entre Ríos y bemoles, variaciones del Litoral tiene que ver con que nosotros quisimos abordar la temática de la identidad litoraleña y buscar la variación o la diferencia que existe dentro de Entre Ríos. Por una cuestión presupuestaria, si bien tenemos un incentivo de esta línea de fomento, no alcanzaba para lo que de manera original quisimos abarcar. Entonces, lo acotamos a Paraná», explicó Malatesta en un tramo del diálogo mantenido entre el trío de realizadores y 170 Escalones. Grümbaun aclaró: «Pensamos en la posibilidad de hacer una segunda temporada sobre otros lugares, como la costa del Uruguay».
Por su parte, Wetzel explicó la estructura de la propuesta: «Cada capítulo se entiende por sí solo, pero viendo los diez se cierra la idea. Arranca con Variaciones 1 donde se presentan tres grupos y se muestra la idea de la tira, después sigue Variaciones 2 donde se presentan cinco grupos más y, de esta manera, se completan las ocho agrupaciones que aparecen en las entregas restantes. En esos dos primeros, todos hablan del Litoral. Después, cada capítulo toma como eje una temática diferente». Damián concluyó el planteo: «En las bases y condiciones no solamente decían que eran diez microprogramas de entre cinco y seis minutos cada uno, sino que además ponían como sugerencia algunas temáticas que nosotros tomamos porque venían a completar nuestra idea. Esas temáticas son: derechos humanos, política, religión, dinero, amor y sexo, violencia, tiempo y muerte».
La entrevista con los realizadores tuvo lugar en el patio de ETER Paraná, en calle Corrientes 139. El lugar elegido no fue azaroso. Los tres dan clases ahí y la asociación civil El Zócalo, a la que pertenece esa escuela de comunicación, se constituyó como una productora de contenidos al surgir la mencionada línea de financiamiento. «Con los fondos que nos llegaron de Fomeca compramos parte del equipamiento. Luego esperamos la segunda entrega, pero demoró y no pudimos comprar mucho más, pero seguimos trabajando igual», explicó Malatesta.
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VARIACIÓN
En relación al título elegido, Grümbaun refirió que «el bemol es una variación de una nota como es el sostenido. El bemol es un semitono. Nos gustaba también por esa frase que dice “Los bemoles de la vida”. Quisimos jugar con ese concepto que es de la música y de la vida para hablar del pulso musical de la ciudad».
Sobre este asunto, eligieron representantes de diferentes géneros como el candombe, el folklore, el rock, la música urbana, lo tropical, el tango, la murga, entre otros. Las agrupaciones y solistas elegidos son Las Dragonas, G Fonk, Rumor litoral, Factor Fun, La Malparida, Electrocuerpo, La Colifa y Los Príncipes.
Con cada grupo hubo tres rodajes en los que se registró la música y las entrevistas que articulan los capítulos. La producción fue hecha a tres cámaras. En la edición, las cientos de horas grabadas fueron reducidas a 60 minutos, tiempo que dura la reunión de todos los micros.
COOPERACIÓN
No solo fueron los mencionados quienes trabajaron en todo el proceso sino que en distintos momentos de la producción también participaron Mariana Giménez, Maximiliano Gálligo, Andrés Greca y estudiantes de diferentes cursos del instituto. Hubo una mención especial para Alejandro Lauphan, un músico y DJ de Ramírez que vive en Rosario. Este artista cedió parte del disco Litoraleza en el que reinterpreta en clave electrónica estilos litoraleños como el chamamé y la chamarrita.
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CIERRE
A pesar de las limitantes económica, nunca hubo dudas sobre la continuidad del proyecto: «Realmente sentíamos que estábamos haciendo un aporte. En esta búsqueda de la identidad están las ganas de mostrar qué sucede en el litoral, sea por algo geográfico o histórico, con la música y estas temáticas, sentimientos o experiencias» concluyó Malatesta.
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