TEXTO Y FOTOGRAFÍAS PABLO RUSSO
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Un grupo importante de libreros, editores y autores de la ciudad expresaron su preocupación por la falta de novedades respecto a la Feria del Libro de Paraná, que tiene fecha de inicio el jueves 12 de septiembre, pero sobre la cual reina la incertidumbre.
«A menos de una semana del inicio de la Feria, la Municipalidad y su secretaria de Cultura Magda Varisco no cumplen con ninguno de los acuerdos: no publicitan la grilla de actividades, no invitan a la Feria, no sabemos si la Feria se va a realizar. Ellos mismos, bajo el argumento de la falta de presupuesto, la ponen en duda y no dan respuestas», señalaron en un pasaje del comunicado que lleva como título «Estamos preparados para una gran Feria del Libro de Paraná», y que está suscripto por 17 representantes del sector.
«Sentimos que esto no se hace porque no hay voluntad política, no hay interés en hacer una feria. No creo que no haya presupuesto. Desde que está esta gestión siempre fue igual: las reuniones que hemos tenido previas a la organización es para decirnos que no hay dinero», sostuvo Laura Martincich, de la Editorial Fundación La Hendija, en diálogo con 170 Escalones. A las reuniones de este año, de tono similar, se sumaron sucesivas mudanzas: la Sala Mayo no estaba disponible, la Plaza Alvear era una alternativa pero luego la cosa pasó a la 1° de Mayo y, últimamente, se hablaba del Juan L. Ortíz. Cada variante implicó un reacomodamiento de la distribución de stands. «Creo que la municipalidad debe estar pasando por otros problemas que uno lee en los diarios todos los días y la feria queda en un tercer o cuarto plano, porque estamos a una semana y ni siquiera nos llaman para decirnos que no se va a hacer», indicó Pablo Felizia, de Ana Editorial.
Desinterés, desidia y falta de respeto son las palabras con las que los libreros y editores describen la actitud del municipio. La interlocución habitual es con Magda Mastaglia de Varisco -quien se mantuvo en la Secretaría de Cultura durante todo el mandato de su hijo, el radical Sergio Varisco, a pesar de las críticas de amplios sectores de la cultura que incluso se expresaron con masivas manifestaciones callejeras-, o con algún o alguna empleada de la secretaría pero sin poder de decisión. En los últimos seis meses hubo cinco reuniones con constantes modificaciones. Esta crisis de la feria tiene sus antecedentes: en 2017 la municipalidad quiso cancelarla el último día, pero los libreros y editores se plantaron para garantizar su realización en la Sala Mayo. En 2018, la difusión corrió por cuenta del grupo de expositores e incluso el pago de pasajes y alojamientos a los invitados de afuera, hasta que el gobierno local reconociera esos gastos. «La feria no está puesta en un lugar que nosotros pensamos que la ciudad se merece», dijo Felizia. «Creemos que todavía están a tiempo de arreglar este problema, porque no debe ser mucho trabajo para ellos instalar dos carpas en la plaza y garantizar la seguridad de los libros durante tres días. No tienen que hacer más que eso y una gacetilla de prensa para invitar», agregó el editor.
«Desde el inicio de la gestión que la feria no fue una prioridad de la Secretaría. Vislumbro una semana difícil, esperamos una respuesta pronto por sí o por no, porque la incertidumbre es lo que más nos molesta en este momento», comentó Francisco Vanrell, de El Oso Libros. «En caso de que la Municipalidad no participe de la organización, los feriantes deberíamos pensar en una prórroga de la fecha para organizarla por nuestra cuenta», añadió como posibilidad. «No queremos ir a cualquier lugar, porque hay una cuestión que tiene que ver con el reconocimiento del trabajo que hacemos tanto libreros como editoriales y bibliotecas en la ciudad. Y tenemos una gran cantidad de autores: la feria no solo es el encuentro con lectores, también tenemos un montón de autores a los que de alguna manera responder. Ellos también esperan estar en la feria de su ciudad como instancia para compartir lo hecho», subrayó Martincich. «Someternos a la falta de respeto y al manoseo de la Municipalidad también es someter nuestro trabajo y a estas personas que confiaron en nosotros a ese mismo menosprecio. Siento que con esta gestión no hay solución. Espero que la que viene entienda la importancia y relevancia de la feria del libro en la ciudad», afirmó.
Son varios los feriantes que recuerdan que antes el evento se organizaba durante un feriado de octubre con una nutrida cantidad de visitantes en la ciudad donde el paso estratégico por la Plaza 1° de Mayo cobraba relevancia. El cambio de fecha que acataron para septiembre los perjudicó, reconocen. «Queremos que la feria se haga y de la mejor manera posible, porque nos ayuda a todos a seguir adelante y a crecer, y más en este contexto económico del país y de nuestra ciudad. Entiendo que vamos a buscar alternativas, pero no nos responden ni los mensajes», informó Felizia. Durante el próximo mandato municipal «esperamos que sea de otra manera el trato y la gestión cultural de la organización de estas actividades. Nosotros seguiremos trabajando para que la feria del libro crezca», anunció.
En el comunicado, los feriantes anuncian que «El papel y los insumos de la industria gráfica aumentaron hasta un 30% desde el lunes 12 de agosto, a lo largo del año los libros subieron sus precios y las ventas cayeron ante otras necesidades insatisfechas. Sin embargo, las librerías y las editoriales de Paraná nos mantenemos en pie y empujamos para crecer. Si hemos llegado hasta acá es gracias a los lectores y la Feria del libro de la capital provincial es para ellos. Además, cientos de nuevos lectores se suman cada año gracias a esta iniciativa. Creemos que no debería hacer falta darle argumentos a la Secretaría de Cultura municipal y a los funcionarios locales sobre la importancia de la lectura en nuestra sociedad». El escrito lleva las firmas de Rosana Pittia, por Librería del Ateneo de Paraná SRL; Emilce Donda, de Librarte; Osvaldo Alberto Seita, de Libreria KLAXIKA; Pedro Juan José Demonte y Juan Sebastián Demonte, de El Templo del Libro; Pablo Felizia, de Ana Editorial; Juan Pablo Vicentín, Juampi Mosaénicas, de Mosaénicas (Criaturas de papel); Laura Martincich y Armando Salzman, de Editorial Fundación La Hendija; la Sociedad Argentina de Escritores (SADE Entre Ríos); la Asociación de Escritores de Entre Ríos (AEDEER); Delta Editora; Carina Mattio, de Editorial Didasko; Adriana Esquivel, escritora; Francisco Vanrell, de El Oso Libros; Ana Clara Knopp, de Saltacharcos Libros; Joaquín Díaz, de Vaporeso Libros, Isabel Rodríguez Varela, de San Pablo Paraná; y Fabio Mujica, de Librería San Francisco Javier.
En su último párrafo, sostienen que: «Queremos hacer público el enojo y la preocupación, y decirles a los lectores paranaenses que estamos con todas las ganas y con nuestros libros preparados para una gran Feria del Libro. El intendente Sergio Varisco, sus funcionarios, y la Secretaria Magda Varisco son responsables de que la Feria se haga. Esperamos que cumplan los acuerdos prometidos».
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