TEXTO FRANCO GIORDA
Se presentará Andando la ciudad de María Celeste Mendaro, editado por la Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos (EDUNER). Este libro reúne las notas publicadas por la autora en El Diario de Paraná hacia finales de la década del 80 y principios del 90 con significativas historias de vecinos y vecinas de los barrios de la capital entrerriana. La actividad de lanzamiento consiste en la lectura de fragmentos de esta obra por las calles de la ciudad. El punto de encuentro es la esquina de San Martín y Urquiza, este sábado 4 de mayo a las 17.
Celeste Mendaro (1957 – 2003) fue la primera mujer en ser parte del elenco estable de la redacción de El Diario de Paraná. Antes hubo otras grandes colaboradoras, pero ella se incorporó al grupo regular de trabajadores de prensa que daban contenido al periódico. Entre 1987 y 1992 tuvo a su cargo la sección semanal Andando la ciudad donde la gente de a pie tenía la palabra. Fue el modo en que logró construir su lugar, y al mismo tiempo abrir un camino para muchas otras periodistas que le siguieron, en un espacio históricamente ocupado por varones. Entre 1994 y 1999 también dirigió la página cultural Letras – Autores – Ideas y se hizo cargo del recuadro semanal Vida cotidiana de la sección Locales del mencionado matutino.
Los y las protagonistas de sus textos periodísticos, en su mayoría, eran personas con largos años de vida y algo que contar. Gente del pueblo para la que el tiempo no había pasado en vano. El pulso de su prosa configura, a partir de este material, parte de una memoria colectiva hecha de oficios, hábitos, saberes, lugares, anécdotas y divertimentos. Logra así el registro de una voz coral, la de las personas que apechugan el día a día sin la transcendencia del bronce ni de la Historia pero que son el corazón de una identidad compartida, en el marco de una ciudad que se transformaba en medio de los avatares de una profunda crisis económica y social. «Pura delicia periodística», concluye el texto de la contratapa de esta edición y es difícil encontrar una mejor enunciación para la experiencia de leer a Mendaro.
En diálogo con la gente, actualizaba las historias personales y sociales que son parte del sentido de vivir. En las 36 notas seleccionadas se despliega un abanico de formas de hablar, sentires, recuerdos, hazañas y esperanzas de uno y de todos. Así se suceden las narraciones orales, traspasadas con maestría al registro escrito por la periodista, situadas en distintas zonas de Paraná: Bajada Grande, 33 Orientales, Puerto Viejo, El Morro, El Mercado Central, Puerto Sánchez, el Thompson, calle Diamante, San Agustín, Corrales, Gazzano, por nombrar algunas. Allí se desempeñan recitadoras, acomodadores de cine, músicos, referentes de la cultura costera como Dominga Ayala de Almada, un tony del circo criollo, bailarines de tango, libreros, pescadores, mozos, buscavidas, memoriosos, deportistas, yuyeros, canillitas, comerciantes, lecheros, sastres, entre otros.
En el texto de presentación del libro, Jorge Riani dice: «Celeste mostró que algo podía ser contado en un diario sin necesidad de ser una noticia estricta. Con ella, la gente de los barrios no necesitaba ser testigo de ninguna desgracia o, peor aún, protagonista de las mismas, ni necesitaba morirse de modo atroz para ser el sujeto de una nota en el diario. (…) Celeste convocó voces que casi nadie escuchaba hasta entonces, aunque dicho de ese modo parece que se dirigía a ese lugar de donde solo saldrían dramas y consignas. Pero no. En el “Andando”, como le decíamos entrecasa a la sección, había relatos esenciales de las personas».
Por su parte, Natalia Pandolfo, en la introducción, afirma sobre los textos de Mendaro: «Frente a la amenaza de la globalización que arrasará todo como un fuerte vendaval, visto de frente el monstruo feroz del menemismo que llegará para retomar aquello que la dictadura militar dejó trunco y eliminar los rasgos culturales específicos para proponer una frivolización de la cotidianeidad y un reinado de los estereotipos de cartón, este tipo de historias constituyen todo un posicionamiento político. Valiente, necesario»
Lo sostenido por Pandolfo se actualiza en el presente. Ante un escenario donde lo colectivo y la cultura son combatidos, este libro revitaliza la mirada y el compromiso de Celeste. Esta publicación contrarresta la actitud de desprecio hacia la ciudad de todos. Leer las notas es parte de resistir las ofensas, el desprecio, la grosería, la mercantilización y la desidia.
Andando la ciudad incentiva la reflexión sobre lo compartido por los paranaenses y sobre el patrimonio cultural y la idiosincrasia forjados en las calles, en la costa, en el río, en las plazas, en los barrios, en la tradición oral, en los hábitos de este lugar en el mundo. En los intersticios de las notas de Mendaro habitan esas cosas intangibles que dotan de identidad a una comunidad. No se trata de grandes relatos sino de pequeñas historias cotidianas, algunas sorprendentes, legendarias, desopilantes, trágicas, sustanciosas. Permanece allí la voz de quienes suelen ser olvidados, marginados, despreciados, pero que protagonizan el mundo de la vida, lejos de los rancios oropeles, renombres y alcurnias.
Tradición
Las notas de Celeste pueden ser puestas en diálogo con las crónicas que Amaro Villanueva escribiera sobre la capital entrerriana, en la década de 1940, y que también publicara la EDUNER en distintas ediciones. De este modo, lectoras y lectores cuentan con vías de acceso al devenir humano que se despliega en el teatro de la vida a partir de distintas temporalidades. La ciudad del pasado y del presente se llena, así, de sentidos y perspectivas. Es un modo de poder conocer, a través del discurso periodístico y literario, el lugar de todos, que no siempre es reconocido como tal.
Entre Villanueva y Mendaro transcurrieron 40 años. A su vez, la actualidad está cercana a cumplir otras cuatro décadas desde que Mendaro realizó su trabajo. La pregunta que surge, entonces, es: ¿qué archivo, qué testimonios, qué historias quedarán del actual presente?
Para seguirla
En el epílogo de la publicación se encuentran notas sobre la vida de la autora, algunos textos sobre ella, referencias de sus principales obras literarias y periodísticas y la totalidad de los títulos, más de 200, que conformaron la columna que originó el libro. La vastedad de lo producido por Celeste deja con ganas de continuar adentrándose en ese mar de historias vividas y contadas en Paraná.
Con esta edición, EDUNER continúa enriqueciendo su catálogo de calidad sobresaliente. El aporte de la editorial universitaria a la cultura en general y al mundo de los libros en particular es de una gravitación difícil de dimensionar.
Recorrido de lectura
Como se indicó, para la presentación de esta edición se propone una lectura de fragmentos de la obra de Celeste Mendaro por las calles de Paraná. Precisamente, la convocatoria es este sábado 4 de mayo a las 17. El punto de encuentro es la esquina de Urquiza y San Martín. Participarán Jorge Riani, Tomás Ascúa y Natalia Pandolfo. Una de las paradas será en el teatro 3 de Febrero (25 de junio 54). El final del recorrido tendrá lugar en el patio cultural El Subsuelo (Andrés Pazos 406). La actividad es organizada por la EDUNER y el teatro 3 de Febrero.
Si te interesa lo que hacemos, podés suscribirte a la revista o convidarnos un matecito
.