«Inundaciones» y «Vanesa»: la fuerza de la imagen

TEXTO PABLO RUSSO

FOTOGRAFÍAS FOTOGRAMAS DE «INUNDACIONES» Y «VANESA»

 

 

El río Salado desbordó desde el oeste por una defensa inconclusa en la vera de la circunvalación y en poco tiempo inundó un tercio de la ciudad de Santa Fe, en su mayoría barrios humildes. Esto pasó hace 20 años, cuando el agua arrasó vidas y casas entre el 29 de abril y el 3 de mayo de 2003, mientras Carlos Reutemann ocupaba la gobernación santafecina.

En pocos días murieron más de 150 personas y son incontables las pérdidas posteriores entre los 130 mil habitantes que fueron afectadas directamente por la crecida. Se habla de tragedia, pero también de crimen hídrico sin culpables condenados por la justicia. Como cada 29 de abril, habrá manifestación en la ciudad capital santafecina.

 

 

Desde 170 Escalones conversamos con Mariana Rabaini, integrante de Imágica, una cooperativa de realización audiovisual con más de 30 años de trayectoria en Santa Fe. Imágica fue conformada por un grupo de comunicadores, periodistas y realizadores, que a su vez convocó al colectivo Santa Fe Documenta durante la inundación. Produjeron, de modo colaborativo, el largometraje Inundaciones (2003) que fue estrenado en un evento multitudinario el 29 de septiembre de ese año en la plaza frente a la casa de gobierno, donde se había instalado una carpa negra. El video muestra un contenido de denuncia, de bronca, con la palabra de la gente como protagonista. En ese material, la fuerza de la imagen pudo representar el dolor de un pueblo, en donde muchos se veían por primera vez en un trabajo armado desde la palabra propia. Cinco meses más tarde de aquella plaza, se proyectó en el Cine América que colmó sus 800 localidades, por lo que hubo otras mil personas que lo vieron afuera, en pantallas gigantes instaladas para la ocasión, que coincidió con la Marcha de Antorchas que movilizó hacia el cine.

Además de Imágica, formaban parte de Santa Fe Documenta diversas ONGs (como Canoa y Fundación Proteger), realizadores independientes y el Taller El Pibe. Uno de los objetivos que tenían era construir una mirada más profunda y diversa de la inundación. El audiovisual fue utilizado como prueba en los juicios, y la Coordinadora de Barrios llevó una copia en su primera entrevista con el entonces flamante presidente Néstor Kirchner.

Mariana Rabaini es licenciada en comunicación por la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER. Su trabajo de tesis fue la película documental Vanesa (2008), que sigue la historia de una mujer que, durante la inundación, perdió a su beba en la cancha de Colón. En esta conversación, río Paraná mediante, compartió algunas reflexiones en torno a lo producido. Las respuestas las brinda Rabaini, si bien la voz es grupal de la cooperativa de realización.

 

 

¿Cómo ven Inundaciones con el paso del tiempo?

Vemos que sigue teniendo una vigencia muy fuerte por lo que fue documentar ese momento, con la importancia que tuvo el registro y la producción de esos materiales, apostando siempre a la memoria, a la verdad y a la justicia, destacando el trabajo colaborativo para la historia, para el presente. En ese momento muchas personas no tenían la noción de lo que había pasado más allá de su caso personal, de su cuadra o su barrio. El registro Inundaciones permitió tener en VHS, en material analógico, el alcance que tuvo la inundación.

 

Era una época incipiente de la Internet para la circulación del material…

En ese entonces pudimos sostener dos espacios web: una página sobre Santa Fe Inundaciones y otra sobre Santa Fe Documenta, donde íbamos actualizando producciones, fotos, notas, entrevistas. Internet dio la posibilidad de mostrarlo más allá de Santa Fe, a todo Latinoamérica y el mundo, y participar de entrevistas en distintos medios.

 

Un trabajo similar en lo colaborativo, hoy ¿por dónde tendría su circulación?

Como comunicadores, periodistas y realizadores audiovisuales dijimos: «¿Qué es lo que podemos hacer? ¿Cuál es nuestra herramienta?». Nos agrupamos colaborativamente desde allí y creamos Santa Fe Documenta, convocando desde Imágica a los equipos de realización de Santa Fe para aunar los registros audiovisuales y luego hacer un guion entre todos, con cuatro etapas. Eso es Inundaciones. Fue el momento de la urgencia, de la emergencia, que te hace replantearte y salir. Nosotros también debatimos si era legítimo prender una cámara, poner un micrófono; pero una vez más dijimos «es lo que sabemos, es lo que hacemos, es nuestro trabajo, nuestra herramienta». Somos documentalistas y miramos hacia adelante pensando en la memoria y en la importancia de contar esas vidas y dar lugar a las palabras y las imágenes del horror que fue la ciudad llena de agua.

Hoy estamos en un momento un poco más de disgregación, pero creo que también, como fue en la pandemia una situación de urgencia y emergencia reciente, nos agrupamos y reunimos a partir de necesidades y posibilidades profesionales que tenemos de oficio y formación. 

La forma de militancia siempre es acompañar nuestros materiales. Así lo hicimos con Inundaciones. La circulación tiene que ver, más allá de las posibilidades de las redes y la internet, con generar la discusión, el debate, el intercambio de ideas.

 

 

¿Qué derivas tuvo el colectivo Santa Fe Documenta? ¿produjo alguna otra obra de modo colectivo o sus integrantes siguieron también trabajando desde sus grupalidades? Pienso en Vanesa, por ejemplo.

El colectivo de video Santa Fe Documenta produjo Inundaciones. En trabajos posteriores y actuales, desde Imágica como cooperativa seguimos recurriendo y convocando para cuestiones específicas a compañeros y compañeras de otros equipos, con sus lenguajes y disciplinas. Por ejemplo, el año pasado, con Mundo Memorioso, a 40 años de la democracia. Nos seguimos convocando y reuniendo para trabajos puntuales, ya no como colectivo de video. Incluso desde la militancia, con sectores relacionados a la prensa, a los medios autogestivos y cooperativos, venimos apostando a la comunicación cooperativa.

Vanesa es uno de los materiales que hicimos desde Imágica, en 2008. Es un trabajo antropológico etno biográfico que toma la historia de vida de Vanesa, que perdió a su bebé en la inundación, que a su vez fue mi tesis en la Licenciatura en Comunicación en la FCEDU UNER. Con Vanesa seguimos en contacto, conociendo la historia de ella hoy, de su familia, con idas y vueltas, tristezas y alegrías, con la posibilidad de crecimiento familiar. Hoy está terminando la secundaria. Una de sus hijas, Abril, que nació a los meses de la inundación, está estudiando Trabajo Social y ella misma es la que ahora nos propone pensar un proyecto en conjunto. El trabajo de reciprocidad y vínculo sigue presente. Pensamos para adelante desde lo afectivo y lo humano. Como producción, Vanesa es una de las piezas, junto con Inundaciones, más desarrolladas en cuanto a realización. Sigue teniendo mucha vigencia porque es una historia de vida y es una ruptura que hicimos de corrernos del registro periodístico para pensar lo documental como una cuestión más de mediación que de medios. Desde nuestra perspectiva cooperativa de la comunicación, elegimos seguir por cinco años una historia y hacer un material audiovisual alejado de la inmediatez y la rapidez de las primicias que proponen los medios tradicionales

 

¿Tuvieron contacto reciente o saben qué pasó con otras personas que aparecen en Inundaciones?

Como con Vanesa, con otras personas que fueron inundadas seguimos en contacto porque estamos vinculados con organismos de derechos humanos y otros desde lo sindical, desde el sector de la economía social y solidaria, desde el cooperativismo. Y, concretamente, a partir de lo que fue nuestro registro de la inundación, siempre apostando a la memoria y al pedido de verdad y justicia.

 

 

¿Alguna reflexión sobre estos 20 años como marca histórica y el devenir audiovisual del grupo?

El agua, las inundaciones, la sequía, el río, a quienes vivimos en el litoral nos marcan históricamente desde hace siglos. A ese compromiso lo tomamos desde Imágica como uno de los temas a trabajar y abordar. A 20 años, creo que lo que sigue juntando es la plaza, la marcha, el reclamo, encontrarse, el abrazo colectivo como cada 29 de abril. Y poder seguir haciendo conjeturas, como hicimos el año pasado: Conjeturas sobre el agua, y apostando al no olvido, a la memoria. Vamos a proyectar Vanesa el martes en el Cine América, estamos participando de entrevistas, de bancos de imágenes, en posibles nuevos materiales, escribiendo, pensando. Fue una marca muy fuerte, un antes y un después.

En el devenir audiovisual estamos creciendo mucho como cooperativa, con un gran equipo que va cambiando, con integración de nuevas compañeras y compañeros que se consolidan en el trabajo cotidiano. Somos más y tenemos muchas propuestas de trabajo y otras que vamos generando. Estamos funcionando en un espacio de la CTA Santa Fe, ya que como cooperativa pertenecemos e integramos la CTA y la Red Mayo, Federación de Cooperativas de Trabajo.

 

Se puede acceder a producciones audiovisuales que se nombran en esta entrevista a través de los siguientes enlaces:

Inundaciones

Vanesa

Conjeturas sobre el Agua

 

 

 

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