TEXTO Y EDICIÓN DE AUDIO PABLO RUSSO
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Una creencia popular sostiene que repetir «Pugliese, Pugliese, Pugliese», trae suerte. El gran pianista y director de orquesta nacido en 1905 se transformó no solamente en leyenda por su talento como músico y su impronta de trabajo cooperativo derivado de su militancia comunista, sino que además, se le adosa el mote de santo. San Pugliese, el antimufa, que se convirtió en estampita.
El mito, en una de sus versiones, sugiere que a comienzos de los años noventa, en un recital de Charly García, en el que el sonido no funcionaba, pusieron un disco de Pugliese y el problema quedó resuelto. Don Osvaldo fue, en 1936, uno de los fundadores del Sindicato de Músicos denominado Sociedad de Músicos y Artistas Afines. Ese mismo año se afilió al Partico Comunista.
Cuando los milicos o la cana se lo llevaban preso, tanto durante el gobierno peronista como en las dictaduras, su orquesta típica se presentaba con un clavel rojo sobre el piano. Dicen que recién en su tercer mandato, Juan Domingo Perón le pidió disculpas en persona cuando lo recibió, junto con otros artistas, en la residencia de Olivos. «Gracias, maestro, por saber perdonar», le dijo el Pocho. «Si perdoné o no perdoné, es cosa mía. Pero fue un gesto distinto», destacó Pugliese.
Tal vez esta insistencia por relacionar la figura del gran maestro con un santo popular sea un intento inconsciente -o no tanto- de despegar su figura de su compromiso político. De todas maneras, se puede decir que al Centro Cultural La Hendija, la presencia de Pugliese en Paraná, organizada por el grupo productor de entonces del espacio ubicado en Gualeguaychú al 100, le trajo suerte, ya que ese reducto resistió y resiste más de tres décadas y varios gobiernos en su construcción autogestiva.
Hablamos, para esta producción de 170 Escalones Radio, con Lucrecia Pérez Campos, Ricardo Leguizamo y Armando Salzman, quienes recuerdan aquellos momentos. También se escucha a Alicia Glauser, quien compartió momentos de su militancia con Pugliese.